Sunday, October 13, 2013


El mejor discurso de su vida.

 

En su discurso del domingo pasado en el centro Begin-Sadat de la Universidad Bar-Ilan, Benjamin Netanyahu el político desapareció, y en su lugar fue el estadista Netanyahu quien llegó al podio. Netanyahu, el líder, parado frente a su nación y el mundo presentando la verdad, como un profeta o un predicador.

Netanyahu no intentó emular al presidente de los Estados Unidos difundiendo falsas esperanzas sobre un acuerdo con los iraníes. Dio un discurso duro y mordaz que debe de haber hecho que Barack Obama se retuerce en su silla. Netanyahu no pasó por alto el problema iraní, lo tomó enfocó y lo presentó al mundo en toda su verdad desnuda y dolorosa. El Primer Miinistro optó por arriesgar su relación con Obama para decirle al mundo: ¡cuidado con las maquinaciones de los iraníes!.

Netanyahu habló específicamente sobre la evidencia de la existencia de un programa nuclear militar—que incluye centrifugadoras y un reactor de plutonio—haciendo su mejor esfuerzo para aplazar las negociaciones con Irán. Con estas pruebas hechas públicas,  Netanyahu espera que a las negociaciones con Irán se exija lo mismo que el PM  presentó y exigió en su discurso.

 

Con respecto a los Palestinos, vimos otra vez el orgullo de un judío, que contra todos los oponentes inequívocamente exige la existencia del pueblo judío en su tierra y les dijo: “…los Palestinos deben reconocer Israel como estado judío con derechos a su país…”. Si los Palestinos no lo reconocen, no habrá paz. Esta es una demanda legítima, importante, honesta y veraz, al que los árabes nunca accederán por varias razones.

1. Los musulmanes creen que el Judaísmo como religion  se canceló cuando se presentó el Cristianismo, y lo mismo le pasó al Cristianismo cuando llegó el Islam. Y si el Judaísmo es nulo y sin valor, entonces ¿cómo pueden los judíos venir y decir que tienen su propia Tierra Santa?

2. Para los árabes, los judíos no son una nación sino una comunidad religiosa que es un montaje de varias etnias y países donde los judíos han vivido durante cientos de años. Así que, si no son una nación ¿por qué necesitan Israel?

3. De acuerdo con el Korán, la tierra de Israel es una Tierra Santa Islámica, por lo tanto, ninguna autoridad musulmana reconocerá un estado judío en Israel.

4. Jerusalén es el ojo de la tormenta: según el Islam, no puede haber soberanía judía en Jerusalén, porque tal acontecimiento significaría que el judaísmo se ha levantado de la tumba donde  el Islam lo había enterrado.

Todas estas razones impiden el reconocimiento islámico de Israel. Insistiendo en el reconocimiento y manteniendo un estancamiento de las negociaciones en un solo punto, Netanyahu ha logrado retrasar el surgimiento de un estado Palestino por muchos años.

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Sin ninguna duda, ese fue el tema central del discurso de Netanyahu. Este es un discurso que lo posiciona como líder y estadista con una cosmovisión realista del medio Oriente, y que nuestros amigos y enemigos pueden valorar y apreciar. Renunciar a los derechos es despreciable, mientras que insistir en ellos es honorable. Netanyahu y nosotros junto con él, es un dirigente politico digno de respeto en el Medio Oriente, y se deben de considerar su opinión y posiciones.

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