Monday, December 16, 2013

Como quien recoge los huevos abandonados

Como quien recoge los huevos abandonados

por Mordechai Kedar


Más acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del Rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.
Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente: y quité los términos de los pueblos, y saqueé sus tesoros y derribé como valientes los que estaban sentados:

Y halló mi mano como nidos la riqueza de los pueblos, y como se cogen los huevos dejados , así me apoderé yo de toda la tierra, y no hubo quien moviese ala, o abriese la boca y graznase.
 
 

Isaías, en el capítulo 10, cuenta las palabras hipotéticas del rey de Asiria, héroe de su época, que extendió su gobierno conquistando tierras y pueblos. Lo hizo tan fácilmente que se vanaglorió de que el se apoderó de todos los pueblos circundantes como quien recoge  huevos abandonados en el campo. Observando la manera como Irán se comporta en estos días, no hay otra opción de concluir que el régimen de los ayatolás ve a los países de la región como huevos abandonados.

Cómo hemos escrito en esta columna en el pasado Irán domina a Irak. Hay que tener en cuenta que la influencia iraní en los eventos en Irak comenzó mientras todavía había fuerzas de la coalición en la tierra de los dos ríos, y que esa influencia aumentó con la inminente retirada del ejército estadounidense a finales de 2010. Actualmente, Irak es el brazo operativo de la política iraní, sobre todo con respecto a la guerra en Siria, donde también participan las fuerzas regulares de Irak e Irán.

El meteórico crecimiento de la influencia iraní en su entorno comenzó el mes pasado, antes de firmar el acuerdo de Ginebra y especialmente después de que Occidente firmara el acuerdo con Irán el 24 de noviembre. Quienes viven cerca de Irán - y hay aproximadamente veinte países - entienden la fuerte sensación de fuerza y confianza en sí mismo que Irán irradia estos días y entienden que "si no puedes vencerlos, “unete a ellos".
El huevo de plata

El primer país con el  que los iraníes quieren llegar a un acuerdo es Afganistán. A finales de 2014, el ejército de Estados Unidos tiene previsto retirarse de ese país desgarrado por la guerra, pero rico en recursos naturales, y el gobierno estadounidense está tratando de llegar a un acuerdo con el régimen de Hamid Karzai, el Presidente de Afganistán, para perpetuar la hegemonía norteamericana en el país, y especialmente para permitir que los Estados Unidos dejen una base para su ejército.

Esto es exactamente lo que objeta Irán. La semana pasada  Karzai, el Presidente de Afganistán, fue convocado con urgencia  a Teherán para una reunión con Rujami, en el que quedó claro que fue 'invitado' a firmar un pacto de cooperación con Irán, que podría incluir la cooperación estratégica las esferas diplomáticas,  económica , cultural y de defensa. Karzai comprendió hace mucho tiempo que cuando Estados Unidos se retire de Afganistán estarán muy lejos, más allá del océano Atlántico, mientras que Irán está en la frontera y no va a ninguna parte. La capacidad de los Estados Unidos para dañar a Karzai si decepciona a los Estados Unidos es bastante limitada, mientras que Irán es capaz de infligir mucho daño, especialmente si se está envalentonado por convertirse en una potencia nuclear o una potencia en el umbral de convertirse en potencia nuclear.

Karzai - puesto que no tuvo más remedio - cedió a los dictados iraníes.  La tarea de redactar el "Pacto de cooperación" entre Afganistán e Irán fue transferida a los ministros de Relaciones Exteriores, lo que significa  a aquellas personas que implementarían la política, y  así podrían ser firmados antes de que se completaran los acuerdos entre Afganistán y los Estados Unidos. Se puede suponer que los iraníes insistirán en que el Pacto de Cooperación no permitirá a Afganistán a tener "fuerzas extranjeras" en su suelo. Hay tres razones principales para esto:
Uno es la intención hegemónica de Irán para probar a 'cerca y de lejos', quien manda en Asia Central y el mundo islámico, y que nunca  ningún infiel sea capaz de tener control sobre incluso un pequeño territorio dentro de la esfera de  influencia iraní. La eliminación de los Estados Unidos de Afganistán será presentada por los ayatolás como la victoria definitiva del Islam - y especialmente el Islam Shi'a - sobre la herejía. Hay una amenaza implícita, dirigida a Arabia Saudita Sunnita, que está todavía en el bolsillo de los Estados Unidos.

La segunda razón es que las bases estadounidenses en Afganistán serian utilizadas por organismos de inteligencia estadounidenses para vigilar a las redes iraníes, para introducir  agentes/espías dentro de Irán, para enviar saboteadores, para dañar el programa nuclear iraní y ser un lugar de refugio y una base de la actividad para  la oposición del régimen iraní que tienden a huir hacia Afganistán.

La tercera razón es el deseo de los líderes del régimen iraní de tomar el control de la industria más lucrativa en Afganistán - la industria del opio. Es enormemente rentable, y si la exportación aumentara la cantidad de adicción a las drogas en el oeste, también será parte de la victoria iraní sobre los hijos infieles de Occidente.

De todos modos es importante señalar que Karzai no estaba entusiasmado con que fuerzas estadounidenses permanecieran en su país tras la retirada de la mayor parte del ejército , porque sabe que mientras haya un soldado estadounidense en Afganistán, es una excusa para los diferentes jihadistas y  sus organizaciones para seguir luchando contra el régimen ' hasta la eliminación de todos los infieles, los ocupantes inmundos de la tierra islámica pura y santa ".
Los iraníes y Karzai ven que con el enfoque de la retirada a finales de 2014, los estadounidenses están cada vez más preocupados, no por el bienestar de Afganistán sino por la de las fuerzas americanas, que estarán expuestas a los ataques de los talibanes, al Qaeda y el resto de las milicias que operan en Afganistán, sin tener ninguna capacidad de luchar durante los meses en que se realiza el repliegue y las bases y puestos defensivos son desmanteladas  para poder enviar de vuelta al equipo de inteligencia y combate a los Estados Unidos.

Chuck Hagel, el Secretario estadounidense de Defensa, está ocupado con este tema desde hace varios meses, y está dispuesto a aceptar un acuerdo entre Irán y Afganistán, para que los soldados estadounidenses no sean enviados a los Estados Unidos en ataúdes ya que el ejército no los puede defender muy bien porque ha desmantelado sus sistemas de defensa. Lo extraño es que Irán está dispuesto a apoyar a los estadounidenses durante el período de retroceso a condición de que los Estados Unidos rechace la presión sobre Irán en materia nuclear, y es por ello que Obama y Kerry se oponen a la iniciativa en el Senado para colocar nuevas sanciones sobre Irán, ya que esta iniciativa podría reducir las posibilidades de que los iraníes permitan que los Estados Unidos ejecute una retirada segura de Afganistán.

Afganistán caerá como fruta madura en manos de los iraníes debido al temor que los americanos tienen de los jihadistas. Es razonable suponer que esto tendrá una influencia mayor en los contratos que Irán firmará con Afganistán – que en sus acuerdos con los países occidentales – porque Irán pretende explotar los recursos naturales de Afganistán en el futuro. Las ganancias de Irán serán no sólo psicológicas y políticas sino también financieras, y las ganancias de hecho serán grandes.

Los huevos de oro
Al oeste de Irán – al otro lado del Golfo Pérsico – yacen los trece Estados de la península Arábiga: seis  Estados separados: Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, Qatar, Omán y Yemen y los siete Estados de los Emiratos: Abu Dhabi, Ajman, Dubai, Fujairah, Ras al-Khaimah, Sharjah y um Al Qaiwain. Todos ellos están temblando de miedo a la dominación iraní, y están todos furiosos con el Occidente en general y los Estados Unidos en particular por abandonarlos a la merced de los ayatolás. John Kerry intentó calmarlos recientemente con una visita a algunos de los Estados, pero fracasó totalmente en esta misión.

El régimen iraní detecta el aumento de la tensión entre estos Estados y ha iniciado una política de dominación gradual a través de sonrisas y visitas.

Irán ha estado involucrado durante mucho tiempo en los eventos de la península Arábiga: apoya  la rebelión de Shi'ite contra la autoridad de la familia al-Huth (Yemen) contra el régimen central, anima a la mayoría de Shi'ite-persa en Bahrein a rebelarse contra la minoría árabe sunita, y  provoca peleas contra los sunitas a través de  las minorías Shi'ite en Kuwait, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos.

Hace unos días, el Dr. Abdullah al-Nafisi, una figura pública kuwaití, reveló que era miembro de una delegación parlamentaria kuwaití que hace unos años visitó Teherán. La delegación se reunió con Hassan Rouhani, que entonces era jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores en el Parlamento Iraní. En el transcurso de esta reunión que Rouhanii les dijo claramente que toda la costa occidental del Golfo Pérsico, desde Kuwait en el norte, a los sultanatos de Omán en el sur, pertenece a los iraníes y el día vendrá cuando Irán tomará esta área de sus residentes árabes. Según el Dr. al-Nafisi, Rouhanii no se  avergonzó en absoluto a decir estas palabras explícitas a la delegación kuwaití. Hoy en día los Estados del Golfo ven como el plan iraní se está implementando ante sus ojos y son impotentes para detener esta operación hostil.
Desde su punto de vista, el comportamiento de los Estados Unidos es aún peor: después de firmar el acuerdo de Ginebra, John Kerry y Chuck Hagel fueron de gira a los Estados del Golfo, y  presionaron sobre los líderes del Golfo para aceptar las demandas iraníes que fueron escritas en el acuerdo. Desde la perspectiva de los líderes del Golfo, Estados Unidos – en su afán de llegar a un acuerdo a cualquier precio – se convirtió en el representante de los intereses iraníes. Por su parte, Irán está tratando de apaciguar a los Estados del Golfo enviando altos representantes en visitas destinadas a bajar el nivel de presión, con sonrisas fabricadas por  Hassan Rouhani, y en la mejor tradición de Shi'ite -takiyya – engaño. A pesar de todas estas sonrisas  los líderes de los Estados del Golfo no están convencidos: desesperados, los Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados del Golfo se congregaron en Kuwait para una reunión de coordinación. El rey Abdullah de Arabia Saudita propuso como punto de la agenda  aumentar el nivel de cooperación para una consolidación completa contra Irán.

En la actualidad, a la luz de la amenaza iraní que se ha vuelto más sustantiva desde el acuerdo de Ginebra, hay más apertura a la idea de la consolidación, pero un vínculo importante – los sultanatos de Omán – se opone vigorosamente por varias razones, la primera de ellas es cultural: Omán, que ha gozado de estabilidad social y política durante muchos años basados en el mantenimiento de las costumbres y tradiciones de las tribus que comprende, no está interesado en unirse a Yemen, que sufre de las actividades de al-Qaeda, así como no quiere unirse a la sociedad kuwaití, partes de las cuales tienen características occidentales modernas.

La preocupación general de Kuwait, Qatar, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos es que si se consolidan, volverán a ser nuevamente engullidos por Arabia Saudita, después de haber logrado mantener su carácter único durante el medio siglo de su independencia.
En la reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores la semana pasada acogieron con beneplácito el acuerdo que fue firmado en Ginebra el 24 de noviembre entre Irán y los representantes de 5+1, no porque los Estados del Golfo apoyan el acuerdo, sino porque entienden que sus objeciones no harán que los americanos estén menos deseosos de descongelar las relaciones con los iraníes, y de todos modos, el acuerdo es un hecho establecido. Desde su punto de vista no sería correcto empujar sobre los hechos con Irán. Los iranies han ganado el reconocimiento internacional a su derecho a enriquecer uranio, mantener el reactor de agua pesada y desarrollar misiles intercontinentales, convirtiéndose así en un Estado nuclear con permiso americano.

Los Estados del Golfo también no están interesados en quemar sus lazos  con los Estados Unidos, porque todavía no tienen en quien apoyarse, y esto podría aumentar los esfuerzos de los Estados Unidos en desarrollar fuentes de energía independientes, limitando su capacidad de influir sobre los Estados Unidos y el mercado mundial de petróleo. Por esta razón han aceptado el acuerdo interino entre el  Occidente e Irán, con la esperanza de que pasado el medio año, el mundo sabrá que Irán los ha engañado y el mundo volverá – inshallah - a un régimen de sanciones.

Sin embargo, las últimas dos semanas han demostrado cuán débiles son los Estados del Golfo y como son incapaces de consolidarse  incluso frente a la amenaza raní clara y explícita . Los líderes de Irán leen la situación y ven los Estados del Golfo como los huevos de oro abandonados que esperan a que  los iraníes los recojan.

La insensatez de Peres
Yo hubiera esperado del Presidente de Israel, un veterano de combate en la arena diplomática,  demostrar más comprensión en asuntos relacionados con el Medio Oriente, sobre todo porque en los años noventa profesaba  haber diseñado un "nuevo medio Oriente", como su libro se llama. Por ahora, él debe saber que cuando un líder del Medio Oriente le dice a los medios de comunicación "Estoy dispuesto a venir a algún país del Medio Oriente" o "Estoy dispuesto a reunirme con algún líder del Medio Oriente", es sólo después de que ha secretamente solicitado permiso para visitar o conocer a dicho país y secretamente recibió el permiso para informar  a los medios de comunicación.

Ningún líder del Medio Oriente arriesgaría su honor y su nombre declarando su intención de visitar cualquier país o reunirse con cualquier líder sin primero recibir permiso para presentar al  público de tal visita o reunión, porque si él hubiera declarado sus intenciones sin recibir permiso, podría traer vergüenza y deshonra sobre sí mismo.

Pero Peres no entiende el Medio Oriente y continúa viviendo en su burbuja cultural israelí-occidental.  Al comienzo de la semana pasada  anunció que está dispuesto a encontrarse con Rohujami e inmediatamente Irán anunció que Rohujami no está dispuesto a reunirse con Peres, el Presidente de una entidad sionista ilegítima, que no tiene derecho a existir. Las palabras de Peres acerca de una reunión con Rohujami no son más que propaganda barata para obtener puntos en la lucha sobre la cuestión nuclear iraní en el cual Israel – y Peres, su Presidente – han sufrido una  derrota contundente.
Pero los medios periodísticos israelíes, que adoran a  Peres incesantemente, (tomen como ejemplo, los grandiosos festejos para conmemorar su 90 cumpleaños) solo están obsesionados con el Primer Ministro: su esposa, su casa, sus bienes, sus gastos, el hecho de que no fue al funeral de Mandela y otros asuntos, algunos de los cuales son importantes y otros no. Pero el anuncio delirante y perjudicial del Presidente acerca de una reunión con Rohujami – como si tal cosa estuviera dentro de su autoridad de Presidente – es algo que está fuera del alcance de los periodistas israelíes. Nunca publicarían una palabra que proyectaría a Peres - su ídolo durante muchos años – en una luz crítica o embarazosa.

Peres nunca ha entendido el Medio Oriente, y todas sus acciones en la región se derivan de ese malentendido. Los acuerdos que ha firmado en – especialmente los acuerdos de Oslo – señalan la falta de comprensión básica de los mecanismos psico-sociales que influyen en la política de la zona. Hay una sola cosa buena que ha hecho en su vida y que tiene impacto positivo en el Medio Oriente: el reactor de Dimona. A esta edad  avanzada dudo mucho si algún día entenderá la región que tanto quería crear a su propia imagen.

Traducido por Shula Hamilton
 
 
 

 
 
 
 

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