FLUYE LA SANGRE EN LOS RIOS DEL PARAISO
por Mordechai Kedar
por Mordechai Kedar
Dos de los cuatro ríos del Paraíso, según el libro de Genesis, que hoy en dia se encuentran en Irak, son el Tigris y el Eufrates. Estos ríos corren desde las montañas de Turquía, a través de Siria e Irak, se unen en Shatt al-Arab y lo que queda de sus aguas desemboca en el Golfo. Muchos canales y arterias - (en árabe, 'arteria' es 'al-Irak') - han sido excavados entre los ríos para proporcionar el riego necesario para la agricultura de esta yerma tan seca y calurosa. Sin los ríos y canales entre ellos, Irak sería un desierto, tierra estéril y árida. Quien quiera sobrevivir en el ardiente desierto iraquí debe vivir como parte de un grupo cohesivo, armado, violento y siempre listo para la batalla necesaria para defender su fuente de agua y sustento.
Durante generaciones muchos grupos se han asentado en Irak y son parte de lo que hoy en día constituye la población del estado iraqui. Hay cuatro grupos étnicos: Arabes, Kurdos, Turcomanos y Persas, que se subdividen en más de setenta grupos tribales. Hay nueve religiones: Musulmanes, Cristianos, Judíos, Zoroastrianos, Sabateos, Mandeanos, Yazidíes y Baha'is con sus innumerables sectas. Los Musulmanes se dividen en Sunitas, Shi'ites, Salafistas, Sufíes y otros. Los Cristianos están divididos en sectas 1) Católicas: Caldea, Aramea, Armenia, Romana y Bizantina. 2) Ortodoxas: Aramea, Armenia, Oriental Antigua, Asiria, Bizantina, Copta (egipcios refugiados).3) Protestantes: Asiria Nacional, además de los Adventistas del Séptimo Día y Sobotniks.
Para
nuestro propósito es importante tener en cuenta que muchos musulmanes iraquíes
consideran a los miembros de otras
religiones como creyentes de religiones falsas. Estas otras religiones están sancionadas y estos grupos viven como “pueblos protegidos” (“ahl Dimma”). Esta
posicion está considerada como una de las soluciónes adecuadas para los judíos
y cristianos.Hay otras soluciones que son la conversión al Islam o ser
sacrificados como infieles.
Las pobres condiciones de vida en el desierto fueron dando lugar a una proliferación de grupos étnicos- tribales y sectas, y como resultado Iraq tiene una población dividida, polarizada, pendenciera y violenta, con una tradición de batallas y peleas de sangre por generaciones. Esta es la fuente de todas las desgracias de Irak.
Los británicos, que estaban a cargo del mandato en Irak, coronaron a Faisal como rey de Irak en 1921 y a su hermano Abdullah como Emir de Transjordania. Esta acción dio “trabajo” a los hijos de Hussein Sharif de Hijaz y fue la recompensa que recibieron por su apoyo, durante la primera guerra mundial, contra el imperio otomano. El hecho de que Faisal hablaba con acento de Arabia Saudita contrario al acento iraquí no fue importante para los británicos. Los iraquíes nunca aceptaron la casa real que los británicos habían impuesto sobre ellos, ni la forma en que Gran Bretaña determinó las fronteras del estado según los intereses británicos, que eran intereses petróleros, sin tener en cuenta las necesidades de su población.
A lo largo de la historia de Irak, ha habido enfrentamientos entre el gobierno árabe y la región kurda, y ha habido tensión continua entre la minoría Sunita y la mayoría de Shi'ite. Este fue el resultado inevitable de agrupar bajo una bandera a los diferentes grupos demográficos que presentemente componen a Irak. Y esta es la razón por la cual el país ha estado dominado por grupos dictatoriales, cada uno más severo y cruel, que oprime a las personas que no pertenecen al grupo que tiene el poder.
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Debido a la naturaleza parroquial del gobierno, muchos sectores de la población permanecen leales a su grupo tradicional, porque esta actitud ofrece a sus miembros una especie de defensa contra la furia del gobierno. La experiencia dictó que grupos sólidos, colectivos y tradicionales fueran más capaces de defenderse y negociar con el régimen central con respecto a la división del poder.
Debido a la naturaleza parroquial del gobierno, muchos sectores de la población permanecen leales a su grupo tradicional, porque esta actitud ofrece a sus miembros una especie de defensa contra la furia del gobierno. La experiencia dictó que grupos sólidos, colectivos y tradicionales fueran más capaces de defenderse y negociar con el régimen central con respecto a la división del poder.
Para
evitar este conflicto constante con los distintos grupos, el gobierno central
encontró maneras para apaciguar a los jefes de estos grupos por medio de franquicias
económicas y cargos en el gobierno. Para los estándares occidentales, esta conducta
es considerado corrupta, mientras que en el Medio Oriente este tipo de conducta
es necesaria y se considera natural.
Los dos gobernantes que moldearon la historia iraquí en la segunda mitad del siglo XX fueron Ahmed Hassan al-Bakr (1968-1979) y Saddam Hussein (1979-2003). Ambos usaron la ideológia y organización que estaba construída sobre la base de la doctrina Baathista. El partido controlaba el gobierno poniendo en práctica esta ideología , pero en realidad el gobierno estaba basado en un sistema de balance entre una dura opresión y el apaciguamiento de adversarios potenciales, creando rivalidades con el fin de evitar la formación de coaliciones contra el gobierno central.
Un estado ilegítimo gobernado por un gobierno ilegítimo debe tener un enemigo externo para unificar la oposición al gobierno y traerlos bajo su control e influencia. Irak encontró este enemigo en Irán y durante muchos años llevó a cabo guerras sangrientas contra este pais: la primera, en los años 1974-1975 y la segunda entre 1980 y 1988. La primera fué contra el Sha y la segunda fué contra el control de los ayatolas.
Con el objetivo de aumentar las fuerzas económicas y políticas de Irak a expensas de sus vecinos, Saddam conquistó y ocupó Kuwait en 1990. Aunque esperaba que el mundo condenara la invasión, creyó tambien que en última instancia, la conquista de Kuwait seria aceptada como un hecho consumado, pero esta vez se equivocó. En la guerra de cinco semanas que se libró entre enero y febrero de 1991, Saddam fue forzado a retirarse de Kuwait como consecuencia de los tremendos daños que se infligieron sobre el ejército y la infraestructura civil de Iraq. Pero la guerra y el régimen de sanciones impuestas sobre el pais no trajo la caída de Saddam, porque los dictadores saben cómo imponer penurias sobre sus poblaciones, y al mismo tiempo mantener su gobierno ileso.
En el
año 2003, se formó una coalición internacional encabezada por Estados Unidos,
para atacar a Irak. Saddam desapareció y en 2004 fue detenido, juzgado y
ahorcado en 2006. Pero la tragedia de Irak es que a pesar de que la población
fue liberada del gobierno dictatorial, los mecanismos civiles y políticos basados en formas de pensamiento,
comportamiento y conducta que no sea la tradicional lealtad a la tribu, grupo
étnico, grupo religioso y secta nunca fueron desarrollados.
Superficialmente hay partidos políticos, las elecciones se llevan a cabo, parece haber un Parlamento operacional y un gobierno funcional, pero cuando uno examina con profundidad cómo funcionan estos mecanismos modernos, uno descubre que todos ellos, de una manera u otra, presentan los marcos habituales, con sus batallas habituales, usando las herramientas modernas que la liberación de Saddam les ha proporcionado. Pero lo peor es que el sistema - principalmente desde la retirada de las fuerzas estadounidenses a finales de 2011 - no tiene un solo grupo con energía y equilibrio que pueda imponer su agenda sobre todas estas fuerzas contradictorias. Y el resultado es que el gobierno central no funciona. Hay partes del país - principalmente la parte kurda - que se comportan como estados independientes. Hay organizaciones Sunni-jihad que explotan coches-bomba en barrios Shi'ite y en respuesta, los grupos de jihad Shi'ite explotan bombas en los mercados de las ciudades suníes.
El desorden, caos político y vacío social de poder hacen que Iraq sea vulnerable a la influencia de potencias extranjeras y tiene dos vecinos que están embrollados hasta el cuello en los asuntos sangrientos de la tierra de los dos ríos: Arabia Saudita que financia y entrena a las milicias sunitas, e Irán que da dinero, armas y entrenamiento a las milicias Shi'ites. Hoy fluye sangre iraqui en los amplios canales de los ríos Tigris y Eufrates, los dos ríos que riegan al Paraíso. Irónicamente la región se asemeja mas a un infierno.
En todos
los meses del año 2013 varios cientos de personas han muerto en ataques
terroristas en Irak. Las fuerzas de seguridad están infiltradas con agentes de
organizaciones que son enemigos del estado y por lo tanto el estado esta
limitado en su capacidad para luchar eficazmente contra los ataques terroristas y contra las bombas. Las manos de
muchos políticos están manchadas con la sangre de sus rivales, pero la dedicación
a su grupo violento es lo que los eligio en primer lugar, y en forma
'democrática', por supuesto. Como los Shiítas son la mayoría en Irak, una
coalición Shi'ite, bajo los auspicios de Irán controla el gobierno, y marginan
a la minoría sunita políticamente, económicamente y socialmente.
Activistas políticos sunitas son arrestados y desaparecen en las mazamorras de tortura no menos horrorosas a las mazamorras de Saddam, pero dentro de estos calabozos han cambiado los papeles: los carceleros sunitas de Saddam torturaron a los Shi'ites, y hoy en día son los carceleros Shi'ite de Nuri al-Malaki, el Ministro Shi'ite, los que torturan a los sunitas. Varios líderes sunitas identificados en el pasado con el Partido Baath y que hoy están en prisión, podrían ser ahorcados.
Mientras tanto, Siria, vecina de Irak hacia el oeste, se ha unido a la lista de Estados que participan en la “agitación Árabe” que comenzó en Túnez en diciembre de 2010, y Túnez también está también envuelto en su propio baño de sangre. Sunitas y Arabia Saudita wahabita apoyan a las organizaciones de jihadistas salafistas-sunitas que están operando en Irak contra el régimen Shi'ite con fondos, armas y combatientes y en Siria contra el dictador alawita bajo la influencia de al-Qaeda, a pesar de que no mencionan el nombre de ese grupo específico con sus labios.
Los
Americanos ven lo qué está pasando en Irak asombrados y sorprendidos. Por un lado,
Obama se jacta de que sacó al ejército estadounidense de Irak, pero por otro
lado ve cómo la “democracia” iraquí se
está convirtiendo en calabozos de tortura con sangre en las calles y con
creciente influencia iraní, y no tiene ningún deseo de fortalecer un régimen
iraquí.
Por otro lado, si el régimen en Irak es débil, las milicias como ‘al-Qaeda’, el ‘Estado Islámico de Irak y Siria’ podrían controlar partes del estado, especialmente la región al-Anbar en el oeste, que esta poblado por tribus sunitas y convertir esta zona en un nuevo Afganistán, junto con la región de al-Zur Dir en Siria Oriental después de que dicho estado se haya desintegrado.
En contra de este telón de fondo Nuri al-Malaki, primer ministro de Irak, visita Washington. Va a venir a contarle a Obama acerca del progreso que el gobierno iraquí - especialmente el suyo - ha logrado en estos últimos años: una mejora en la producción de petróleo con el consiguiente aumento en los ingresos; una disminución en las tasas de pobreza y desempleo; reasentamiento de los refugiados que habían huido del estado durante la última década; mejor calidad de nutrición para niños y adultos junto con un descenso en la mortalidad infantil; una mejora en la calidad del agua potable; más niños matriculados en educación pública; una mejora en el estatus de las mujeres y que ellas tengan la oportunidad de ser elegidas para el Parlamento; erradicación casi total de la malaria; la celebración de elecciones democráticas para el Parlamento y para el gobierno local.
Para mantener estos logros y avances y para
obtener logros adicionales, al-Malaki necesita armas de los Estados Unidos que
le permitirán luchar eficazmente contra las fuerzas que amenazan con transformar
a Irak en un Jihadistan sunita bajo influencia de Arabia Saudita. El problema
es que si las armas estadounidenses son transferidas a un gobierno Shi'ite, esta
acción podría ayudar los shiítas a transformar a Irak en un Jihadistan Shi'ite,
operando bajo la influencia iraní.
Al-Malaki está principalmente interesado en aviones Predator que permitirán al régimen atacar a agentes de jihad sunita sin poner en peligro a los pilotos. Estos aviones han demostrado su eficacia en Yemen, Pakistán y Afganistán. Pero ¿qué pasaría si al-Malaki permite a sus amigos en Irán examinar estos autómatas para que puedan desarrollar armas para contrarrestarlas. Y si en el futuro los americanos deciden utilizar estas armas contra Irán, que pasaría? Y ¿qué pasaría si los Iraníes deciden compartir estos secretos con sus amigos, los rusos y los chinos?
El acuerdo de cooperación estratégica firmado entre Irak y Estados Unidos antes de la retirada estadounidense tiene que ocuparse de estas discusiones, porque Estados Unidos está obligado a ayudar a mantener la estabilidad del régimen en Irak, incluso si su comportamiento no es perfecto y el gobierno iraqui no refleja los valores democráticos de los Estados Unidos o sus intereses regionales. Al-Malaki tendrá que ejercer todos sus poderes persuasivos para llegar a un acuerdo con los Estados Unidos - que está cansado de guerras y de implicaciónes en las crisis del Medio Oriente - para tomar medidas significativas que podrían llevar a otra vez a Estados Unidos a la participación en el pantano iraquí.
Al-Malaki está principalmente interesado en aviones Predator que permitirán al régimen atacar a agentes de jihad sunita sin poner en peligro a los pilotos. Estos aviones han demostrado su eficacia en Yemen, Pakistán y Afganistán. Pero ¿qué pasaría si al-Malaki permite a sus amigos en Irán examinar estos autómatas para que puedan desarrollar armas para contrarrestarlas. Y si en el futuro los americanos deciden utilizar estas armas contra Irán, que pasaría? Y ¿qué pasaría si los Iraníes deciden compartir estos secretos con sus amigos, los rusos y los chinos?
El acuerdo de cooperación estratégica firmado entre Irak y Estados Unidos antes de la retirada estadounidense tiene que ocuparse de estas discusiones, porque Estados Unidos está obligado a ayudar a mantener la estabilidad del régimen en Irak, incluso si su comportamiento no es perfecto y el gobierno iraqui no refleja los valores democráticos de los Estados Unidos o sus intereses regionales. Al-Malaki tendrá que ejercer todos sus poderes persuasivos para llegar a un acuerdo con los Estados Unidos - que está cansado de guerras y de implicaciónes en las crisis del Medio Oriente - para tomar medidas significativas que podrían llevar a otra vez a Estados Unidos a la participación en el pantano iraquí.
La
crisis en Siria también formará parte del diálogo con Obama. Al-Malaki
representa la posición iraní, y su presencia en la segunda Conferencia de
Ginebra, si se lleva a cabo, podría inclinar la balanza a favor de Assad. Por
un lado, Obama no está entusiasmado con la participación del dúo iraquí e iraní
en la Conferencia, porque ve a Irán como la parte dominante del problema, pero
no necesariamente como parte de la la solución. Por otro lado, todo el mundo
sabe que no tiene sentido que las resoluciones que se adopten en la Conferencia
no sean respetadas, cuando los estados participantes no cumplen con dichas
resoluciones y actúan en contra de ellas.
¿La cuestión subyacente sobre los acontecimientos en Irak es si la sangre dejará de fluir en el Tigris, el Eufrates, en Siria y en Irak, y si las aguas de los dos ríos alimentarán nuevamente el Paraíso como una vez lo hicieron?
¿La cuestión subyacente sobre los acontecimientos en Irak es si la sangre dejará de fluir en el Tigris, el Eufrates, en Siria y en Irak, y si las aguas de los dos ríos alimentarán nuevamente el Paraíso como una vez lo hicieron?
Traducido
por Shula Hamilton
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