Monday, December 16, 2013

Como quien recoge los huevos abandonados

Como quien recoge los huevos abandonados

por Mordechai Kedar


Más acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el monte de Sión y en Jerusalem, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del Rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.
Porque dijo: Con la fortaleza de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque he sido prudente: y quité los términos de los pueblos, y saqueé sus tesoros y derribé como valientes los que estaban sentados:

Y halló mi mano como nidos la riqueza de los pueblos, y como se cogen los huevos dejados , así me apoderé yo de toda la tierra, y no hubo quien moviese ala, o abriese la boca y graznase.
 
 

Isaías, en el capítulo 10, cuenta las palabras hipotéticas del rey de Asiria, héroe de su época, que extendió su gobierno conquistando tierras y pueblos. Lo hizo tan fácilmente que se vanaglorió de que el se apoderó de todos los pueblos circundantes como quien recoge  huevos abandonados en el campo. Observando la manera como Irán se comporta en estos días, no hay otra opción de concluir que el régimen de los ayatolás ve a los países de la región como huevos abandonados.

Cómo hemos escrito en esta columna en el pasado Irán domina a Irak. Hay que tener en cuenta que la influencia iraní en los eventos en Irak comenzó mientras todavía había fuerzas de la coalición en la tierra de los dos ríos, y que esa influencia aumentó con la inminente retirada del ejército estadounidense a finales de 2010. Actualmente, Irak es el brazo operativo de la política iraní, sobre todo con respecto a la guerra en Siria, donde también participan las fuerzas regulares de Irak e Irán.

El meteórico crecimiento de la influencia iraní en su entorno comenzó el mes pasado, antes de firmar el acuerdo de Ginebra y especialmente después de que Occidente firmara el acuerdo con Irán el 24 de noviembre. Quienes viven cerca de Irán - y hay aproximadamente veinte países - entienden la fuerte sensación de fuerza y confianza en sí mismo que Irán irradia estos días y entienden que "si no puedes vencerlos, “unete a ellos".
El huevo de plata

El primer país con el  que los iraníes quieren llegar a un acuerdo es Afganistán. A finales de 2014, el ejército de Estados Unidos tiene previsto retirarse de ese país desgarrado por la guerra, pero rico en recursos naturales, y el gobierno estadounidense está tratando de llegar a un acuerdo con el régimen de Hamid Karzai, el Presidente de Afganistán, para perpetuar la hegemonía norteamericana en el país, y especialmente para permitir que los Estados Unidos dejen una base para su ejército.

Esto es exactamente lo que objeta Irán. La semana pasada  Karzai, el Presidente de Afganistán, fue convocado con urgencia  a Teherán para una reunión con Rujami, en el que quedó claro que fue 'invitado' a firmar un pacto de cooperación con Irán, que podría incluir la cooperación estratégica las esferas diplomáticas,  económica , cultural y de defensa. Karzai comprendió hace mucho tiempo que cuando Estados Unidos se retire de Afganistán estarán muy lejos, más allá del océano Atlántico, mientras que Irán está en la frontera y no va a ninguna parte. La capacidad de los Estados Unidos para dañar a Karzai si decepciona a los Estados Unidos es bastante limitada, mientras que Irán es capaz de infligir mucho daño, especialmente si se está envalentonado por convertirse en una potencia nuclear o una potencia en el umbral de convertirse en potencia nuclear.

Karzai - puesto que no tuvo más remedio - cedió a los dictados iraníes.  La tarea de redactar el "Pacto de cooperación" entre Afganistán e Irán fue transferida a los ministros de Relaciones Exteriores, lo que significa  a aquellas personas que implementarían la política, y  así podrían ser firmados antes de que se completaran los acuerdos entre Afganistán y los Estados Unidos. Se puede suponer que los iraníes insistirán en que el Pacto de Cooperación no permitirá a Afganistán a tener "fuerzas extranjeras" en su suelo. Hay tres razones principales para esto:
Uno es la intención hegemónica de Irán para probar a 'cerca y de lejos', quien manda en Asia Central y el mundo islámico, y que nunca  ningún infiel sea capaz de tener control sobre incluso un pequeño territorio dentro de la esfera de  influencia iraní. La eliminación de los Estados Unidos de Afganistán será presentada por los ayatolás como la victoria definitiva del Islam - y especialmente el Islam Shi'a - sobre la herejía. Hay una amenaza implícita, dirigida a Arabia Saudita Sunnita, que está todavía en el bolsillo de los Estados Unidos.

La segunda razón es que las bases estadounidenses en Afganistán serian utilizadas por organismos de inteligencia estadounidenses para vigilar a las redes iraníes, para introducir  agentes/espías dentro de Irán, para enviar saboteadores, para dañar el programa nuclear iraní y ser un lugar de refugio y una base de la actividad para  la oposición del régimen iraní que tienden a huir hacia Afganistán.

La tercera razón es el deseo de los líderes del régimen iraní de tomar el control de la industria más lucrativa en Afganistán - la industria del opio. Es enormemente rentable, y si la exportación aumentara la cantidad de adicción a las drogas en el oeste, también será parte de la victoria iraní sobre los hijos infieles de Occidente.

De todos modos es importante señalar que Karzai no estaba entusiasmado con que fuerzas estadounidenses permanecieran en su país tras la retirada de la mayor parte del ejército , porque sabe que mientras haya un soldado estadounidense en Afganistán, es una excusa para los diferentes jihadistas y  sus organizaciones para seguir luchando contra el régimen ' hasta la eliminación de todos los infieles, los ocupantes inmundos de la tierra islámica pura y santa ".
Los iraníes y Karzai ven que con el enfoque de la retirada a finales de 2014, los estadounidenses están cada vez más preocupados, no por el bienestar de Afganistán sino por la de las fuerzas americanas, que estarán expuestas a los ataques de los talibanes, al Qaeda y el resto de las milicias que operan en Afganistán, sin tener ninguna capacidad de luchar durante los meses en que se realiza el repliegue y las bases y puestos defensivos son desmanteladas  para poder enviar de vuelta al equipo de inteligencia y combate a los Estados Unidos.

Chuck Hagel, el Secretario estadounidense de Defensa, está ocupado con este tema desde hace varios meses, y está dispuesto a aceptar un acuerdo entre Irán y Afganistán, para que los soldados estadounidenses no sean enviados a los Estados Unidos en ataúdes ya que el ejército no los puede defender muy bien porque ha desmantelado sus sistemas de defensa. Lo extraño es que Irán está dispuesto a apoyar a los estadounidenses durante el período de retroceso a condición de que los Estados Unidos rechace la presión sobre Irán en materia nuclear, y es por ello que Obama y Kerry se oponen a la iniciativa en el Senado para colocar nuevas sanciones sobre Irán, ya que esta iniciativa podría reducir las posibilidades de que los iraníes permitan que los Estados Unidos ejecute una retirada segura de Afganistán.

Afganistán caerá como fruta madura en manos de los iraníes debido al temor que los americanos tienen de los jihadistas. Es razonable suponer que esto tendrá una influencia mayor en los contratos que Irán firmará con Afganistán – que en sus acuerdos con los países occidentales – porque Irán pretende explotar los recursos naturales de Afganistán en el futuro. Las ganancias de Irán serán no sólo psicológicas y políticas sino también financieras, y las ganancias de hecho serán grandes.

Los huevos de oro
Al oeste de Irán – al otro lado del Golfo Pérsico – yacen los trece Estados de la península Arábiga: seis  Estados separados: Arabia Saudita, Kuwait, Bahrein, Qatar, Omán y Yemen y los siete Estados de los Emiratos: Abu Dhabi, Ajman, Dubai, Fujairah, Ras al-Khaimah, Sharjah y um Al Qaiwain. Todos ellos están temblando de miedo a la dominación iraní, y están todos furiosos con el Occidente en general y los Estados Unidos en particular por abandonarlos a la merced de los ayatolás. John Kerry intentó calmarlos recientemente con una visita a algunos de los Estados, pero fracasó totalmente en esta misión.

El régimen iraní detecta el aumento de la tensión entre estos Estados y ha iniciado una política de dominación gradual a través de sonrisas y visitas.

Irán ha estado involucrado durante mucho tiempo en los eventos de la península Arábiga: apoya  la rebelión de Shi'ite contra la autoridad de la familia al-Huth (Yemen) contra el régimen central, anima a la mayoría de Shi'ite-persa en Bahrein a rebelarse contra la minoría árabe sunita, y  provoca peleas contra los sunitas a través de  las minorías Shi'ite en Kuwait, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos.

Hace unos días, el Dr. Abdullah al-Nafisi, una figura pública kuwaití, reveló que era miembro de una delegación parlamentaria kuwaití que hace unos años visitó Teherán. La delegación se reunió con Hassan Rouhani, que entonces era jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores en el Parlamento Iraní. En el transcurso de esta reunión que Rouhanii les dijo claramente que toda la costa occidental del Golfo Pérsico, desde Kuwait en el norte, a los sultanatos de Omán en el sur, pertenece a los iraníes y el día vendrá cuando Irán tomará esta área de sus residentes árabes. Según el Dr. al-Nafisi, Rouhanii no se  avergonzó en absoluto a decir estas palabras explícitas a la delegación kuwaití. Hoy en día los Estados del Golfo ven como el plan iraní se está implementando ante sus ojos y son impotentes para detener esta operación hostil.
Desde su punto de vista, el comportamiento de los Estados Unidos es aún peor: después de firmar el acuerdo de Ginebra, John Kerry y Chuck Hagel fueron de gira a los Estados del Golfo, y  presionaron sobre los líderes del Golfo para aceptar las demandas iraníes que fueron escritas en el acuerdo. Desde la perspectiva de los líderes del Golfo, Estados Unidos – en su afán de llegar a un acuerdo a cualquier precio – se convirtió en el representante de los intereses iraníes. Por su parte, Irán está tratando de apaciguar a los Estados del Golfo enviando altos representantes en visitas destinadas a bajar el nivel de presión, con sonrisas fabricadas por  Hassan Rouhani, y en la mejor tradición de Shi'ite -takiyya – engaño. A pesar de todas estas sonrisas  los líderes de los Estados del Golfo no están convencidos: desesperados, los Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados del Golfo se congregaron en Kuwait para una reunión de coordinación. El rey Abdullah de Arabia Saudita propuso como punto de la agenda  aumentar el nivel de cooperación para una consolidación completa contra Irán.

En la actualidad, a la luz de la amenaza iraní que se ha vuelto más sustantiva desde el acuerdo de Ginebra, hay más apertura a la idea de la consolidación, pero un vínculo importante – los sultanatos de Omán – se opone vigorosamente por varias razones, la primera de ellas es cultural: Omán, que ha gozado de estabilidad social y política durante muchos años basados en el mantenimiento de las costumbres y tradiciones de las tribus que comprende, no está interesado en unirse a Yemen, que sufre de las actividades de al-Qaeda, así como no quiere unirse a la sociedad kuwaití, partes de las cuales tienen características occidentales modernas.

La preocupación general de Kuwait, Qatar, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos es que si se consolidan, volverán a ser nuevamente engullidos por Arabia Saudita, después de haber logrado mantener su carácter único durante el medio siglo de su independencia.
En la reunión de los Ministros de Relaciones Exteriores la semana pasada acogieron con beneplácito el acuerdo que fue firmado en Ginebra el 24 de noviembre entre Irán y los representantes de 5+1, no porque los Estados del Golfo apoyan el acuerdo, sino porque entienden que sus objeciones no harán que los americanos estén menos deseosos de descongelar las relaciones con los iraníes, y de todos modos, el acuerdo es un hecho establecido. Desde su punto de vista no sería correcto empujar sobre los hechos con Irán. Los iranies han ganado el reconocimiento internacional a su derecho a enriquecer uranio, mantener el reactor de agua pesada y desarrollar misiles intercontinentales, convirtiéndose así en un Estado nuclear con permiso americano.

Los Estados del Golfo también no están interesados en quemar sus lazos  con los Estados Unidos, porque todavía no tienen en quien apoyarse, y esto podría aumentar los esfuerzos de los Estados Unidos en desarrollar fuentes de energía independientes, limitando su capacidad de influir sobre los Estados Unidos y el mercado mundial de petróleo. Por esta razón han aceptado el acuerdo interino entre el  Occidente e Irán, con la esperanza de que pasado el medio año, el mundo sabrá que Irán los ha engañado y el mundo volverá – inshallah - a un régimen de sanciones.

Sin embargo, las últimas dos semanas han demostrado cuán débiles son los Estados del Golfo y como son incapaces de consolidarse  incluso frente a la amenaza raní clara y explícita . Los líderes de Irán leen la situación y ven los Estados del Golfo como los huevos de oro abandonados que esperan a que  los iraníes los recojan.

La insensatez de Peres
Yo hubiera esperado del Presidente de Israel, un veterano de combate en la arena diplomática,  demostrar más comprensión en asuntos relacionados con el Medio Oriente, sobre todo porque en los años noventa profesaba  haber diseñado un "nuevo medio Oriente", como su libro se llama. Por ahora, él debe saber que cuando un líder del Medio Oriente le dice a los medios de comunicación "Estoy dispuesto a venir a algún país del Medio Oriente" o "Estoy dispuesto a reunirme con algún líder del Medio Oriente", es sólo después de que ha secretamente solicitado permiso para visitar o conocer a dicho país y secretamente recibió el permiso para informar  a los medios de comunicación.

Ningún líder del Medio Oriente arriesgaría su honor y su nombre declarando su intención de visitar cualquier país o reunirse con cualquier líder sin primero recibir permiso para presentar al  público de tal visita o reunión, porque si él hubiera declarado sus intenciones sin recibir permiso, podría traer vergüenza y deshonra sobre sí mismo.

Pero Peres no entiende el Medio Oriente y continúa viviendo en su burbuja cultural israelí-occidental.  Al comienzo de la semana pasada  anunció que está dispuesto a encontrarse con Rohujami e inmediatamente Irán anunció que Rohujami no está dispuesto a reunirse con Peres, el Presidente de una entidad sionista ilegítima, que no tiene derecho a existir. Las palabras de Peres acerca de una reunión con Rohujami no son más que propaganda barata para obtener puntos en la lucha sobre la cuestión nuclear iraní en el cual Israel – y Peres, su Presidente – han sufrido una  derrota contundente.
Pero los medios periodísticos israelíes, que adoran a  Peres incesantemente, (tomen como ejemplo, los grandiosos festejos para conmemorar su 90 cumpleaños) solo están obsesionados con el Primer Ministro: su esposa, su casa, sus bienes, sus gastos, el hecho de que no fue al funeral de Mandela y otros asuntos, algunos de los cuales son importantes y otros no. Pero el anuncio delirante y perjudicial del Presidente acerca de una reunión con Rohujami – como si tal cosa estuviera dentro de su autoridad de Presidente – es algo que está fuera del alcance de los periodistas israelíes. Nunca publicarían una palabra que proyectaría a Peres - su ídolo durante muchos años – en una luz crítica o embarazosa.

Peres nunca ha entendido el Medio Oriente, y todas sus acciones en la región se derivan de ese malentendido. Los acuerdos que ha firmado en – especialmente los acuerdos de Oslo – señalan la falta de comprensión básica de los mecanismos psico-sociales que influyen en la política de la zona. Hay una sola cosa buena que ha hecho en su vida y que tiene impacto positivo en el Medio Oriente: el reactor de Dimona. A esta edad  avanzada dudo mucho si algún día entenderá la región que tanto quería crear a su propia imagen.

Traducido por Shula Hamilton
 
 
 

 
 
 
 

Monday, December 9, 2013


El problema de los beduinos y la única solución posible

por Mordechai Kedar


Al final de la semana pasada, Israel experimentó una serie de manifestaciones a lo largo de las zonas árabes, algunos de los cuales fueron violentas, como parte del "día de la ira" por la decisión que tomó el gobierno de implementar el "Prawer Plan" para resolver los problemas relativos a la propiedad en el Neguev. Portavoces árabes – todos los cuales son ciudadanos israelíes - lanzaron consignas como "tercera intifada", "Día de la Tierra II" y "Rebelión beduina", consignas que estaban destinadas a incitar al público árabe, que representa una quinta parte de los ciudadanos del  Estado. Políticos y líderes del movimiento islámico intentaron despertar emociones contra el Estado y su decisión con respecto a los beduinos y su situación en el Neguev.

La impresión es que el problema es sobre la propiedad de la tierra, porque los beduinos, que viven dispersos por toda  la zona, han construído casas en terrenos que pertenecen al Estado sin permisos de construcción, sin planificación general  e infraestructura. Ahora el Estado quiere imponer orden en este problema.  Como consecuencia surgen preguntas como que compensación monetaria debe recibir cada beduino y cuánto dinero conseguirá por el territorio que abandona, a pesar del hecho que ningún beduino tiene o tenía alguna prueba de propiedad sobre la tierra que dice que es suya. Hasta hoy, todos los reclamos legales de los beduinos que se han presentado a los tribunales han sido negados, y ahora el Estado está interesado en resolver la cuestión de los asentamientos ilegales de beduinos a través de procedimientos legales.

Sin embargo, la verdad es que el problema no es sólo una cuestión de a quien pertenece la tierra y el asentamiento ilegal de los beduinos en tierras del Estado. El problema  es más amplio y más profundo. Amplio – porque hay serios problemas entre el Estado y los beduinos. Profundo – porque todas estas diferencias se derivan de las enormes brechas entre la cultura beduina y la cultura de un Estado moderno.

Un problema relacionado con los beduinos es el  de la poligamía. Hace aproximadamente cuatro años (21 de abril de 2009), en el suplemento económico de “Haaretz”, Meirav Arlozorov publicó información indicando que en ese momento, 5.829 mujeres fueron catalogadas como madres solteras en el Neguev, que tenían 23.855 niños entre ellos. En aquel momento había aproximadamente 155 mujeres con 10 niños cada una, y dos mujeres con 17 niños cada una. Todo el mundo entiende que no son madres solteras, pero que cada mujer es la segunda, tercera o cuarta esposa casada, según la Sharia  islámica, con un hombre y todos siguen viviendo juntos  en un hogar. Si esta era la situación hace cuatro años, ¿cuál es la situación actual?

La situación actual esta controlada por dos factores:  el  cultural y el económico. El factor cultural es que en la cultura beduina tradicional, se espera que un hombre se case con más de una mujer para demostrar su hombría. La creencia es que un hombre que vive con una sola mujer es débil e inútil. Además, un hombre  amplia su familia tanto como le sea posible para tener más peso económico, social y político en el sistema de sociedad beduina. Por ejemplo: el número de votos en las elecciones al Consejo local sería mayor, así que todos los candidatos vendrían a él para solicitar su apoyo.

El otro factor económico que gobierna  la poligamía es que el gobierno otorga subsidios a cada mujer según el número de  niños que tenga, independientemente de si se presentan como casadas o solteras, lo cual implica que traer hijos al mundo es un negocio productivo. Este año (26 de julio de 2013), en el suplemento del periódico Makor Rishon Tzedek, Yehuda Yifrach hizo público el hecho de que las familias beduinas reciben cientos de millones de shekels al año a través de programas gubernamentales de asistencia social  que por medio de divorcios ficticios en los Tribunales de la Sharia, y una pensión insignificante, la concesión a las "divorciadas" (que generalmente siguen viviendo con sus maridos) forzó al gobierno a darles pagos suplementarios por cada hijo.

Toda la historia de la poligamía en el Neguev es peculiar, ya que la poligamía es ilegal en Israel. Por lo tanto, de inmediato surge la pregunta: ¿por qué el Estado no impone esta ley sobre los beduinos, y ¿por qué que financia  la poligamía entre ellos mediante la concesión de beneficios y suplementos de ingresos por cada niño? La respuesta es clara: el Estado entiende que el tema es un asunto cultural relacionado con el sector beduino y prefiere pagar, utilizando los recursos que podrían usarse en otros sectores, para mantener la tranquilidad en la comunidad beduina. De esa forma no habrá demostraciones en contra del gobierno y no se bloquearán las carreteras.

Otro asunto conectado al matrimonio son las uniones entre parientes. La mayoría de las parejas en el Neguev pertenecen a la misma familia, y el resultado es que muchos de los niños sufren de enfermedades genéticas, algunas de las cuales son graves y potencialmente mortales. La alta tasa de mortalidad infantil en el sector beduino proviene en parte de ello. El Estado debe destinar muchos recursos para atender a los niños que sufren de defectos genéticos. El matrimonio entre parientes es también un asunto cultural relacionado con convenios tribales.

Otro asunto cultural relacionado con los beduinos es el asunto de matar para defender el honor y las peleas de sangre. El Estado prefiere cerrar los ojos y no ver las transgresiones graves que se cometen dentro del sector beduino, ya sea debido a la dificultad de investigarlas – ningún beduino atestiguaría contra otro. – o la indulgencia con la que los organismos de investigación (policía, el fiscal, tribunales, cárceles y el mecanismo de indultos) se refieren a estos actos de asesinato. El investigador Hasan Manar ha expuesto esta indulgencia en un artículo importante y doloroso que fue publicado en el libro "Sexo, género y política", editado por D. Yizraeli.

Hay otros asuntos problemáticos con el sector  beduino que han salido a la luz en los últimos años  son la cultura de "dinero de protección" en la construcción, en las zonas industriales, por ejemplo: Emek Sarah en Beerseba y el contrabando de drogas, armas, mujeres y trabajadores extranjeros que vienen a través del  Sinaí y Jordania.

Todos estos asuntos – construcción  ilegal en tierras del Estado, la poligamía, el matrimonio entre parientes, asesinatos, peleas sangrientas entre familias, protección y contrabando – que están conectados al sector beduino, demuestran que en lugar de ser un caso de algunos incidentes aislados, el problema es que la cultura beduina ve la ley del Estado como ley que no es parte de la cultura beduina. En esto, los beduinos de Israel no son diferentes de los beduinos en el mundo árabe, que viven vidas paralelas y separadas del resto del  Estado y dentro de otro sistema jurídico – "costumbres y tradiciónes" – que se basan en el sentido de "nosotros estamos aquí y el Estado está allá". El grupo les da poder, porque el Estado – por razones de conveniencia – no aborda cada problema beduino por separado, y como consecuencia se confronta con una tribu consolidada y violenta que no dudaría en usar dicha violencia si se siente que sus intereses están amenazados.

La cultura tribal es la base de todos los problemas que están conectados con los beduinos, no sólo en Israel sino en todo el Medio Oriente: en Libia, en Irak, en Yemen, en Siria, en Argelia, en Egipto (Sinaí) y en muchos otros lugares. Las tribus luchan contra el Estado para mantener su cultura, sus leyes, sus costumbres y sus tradiciones, que suelen ser contrarias a las leyes del Estado y sus reglamentos. La tribu tiene su propio liderazgo y su propio sistema jurídico y en muchos asuntos se conduce como una entidad independiente y separada del Estado. Entre los beduinos, el estado se considera una entidad hostil puesto que pretende hacer cumplir sus leyes en lugar de las leyes de la tribu.

La situación de los beduinos del Neguev no es diferente en principio a la situación de los beduinos en todo el Medio Oriente, y el Estado de Israel, que fue establecido hace más de 65 años, no ha tratado correctamente el problema. A partir de 1968 al Estado de Israel ha estado intentando integrar a los beduinos en las ciudades que fueron construidos para ellos: Rahat, Tel Sheva, Kuseifa, Lakiyya, Hura, Aro'er y Segev Shalom. Una parte significativa de los beduinos se mudó a estos pueblos y cambiaron su estilo de vida, pero el tribalismo también se ha movido desde el desierto a la ciudad: los barrios de la ciudad generalmente se ajustan al Código tribal y la  conducta y comportamiento de la gente todavía tiene características tribales tradicionales: en uno de los asentamientos beduinos en el Neguev, un niño fue atropellado por un miembro de otra tribu, y todos los niños pertenecientes a la tribu del conductor han dejado de caminar a la escuela del barrio, por miedo de convertirse en una víctima potencial  de asesinato, en venganza por el niño que había sido atropellado. Exigieron que el Estado construya una escuela especial para ellos, porque el camino a la escuela comunal atraviesa el barrio del niño que fue asesinado, y por lo tanto tienen miedo de caminar a la escuela de la comunidad.

Trasladarlos a la ciudad no resuelve la cuestión de la poligamía, porque en las ciudades también, hay familias en las cuales un hombre vive con varias esposas según la Sharia islámica, a pesar de ser una trasgresión las leyes del Estado. Muchos beduinos en los pueblos siguen  ganándose la vida con ocupaciones ilegales. El Estado vacila en  hacer cumplir sus leyes sobre el sector beduino, y esto es evidente en la falta de cumplimiento de las leyes de planificación y construcción. La política local en los pueblos beduinos se basa en la tribu, y los conflictos intertribales se  hacen difíciles de controlar por las autoridades locales. En muchos casos  el Ministro del Interior se vio obligado a disolver al Consejo municipal de un pueblo beduino, destituir al alcalde y nombrar una Comisión y un alcalde que vinieran de afuera para administrar la ciudad.

En conclusión: la base del problema con el sector beduino es que el grupo se ha quedado en la plataforma mientras que el tren del Estado ha progresado en el siglo XXI. La gran parte del sector beduino todavía vive bajo costumbres tribales, que son contrarias a las leyes del Estado. El estilo de vida tribal influye en todos los ámbitos de la vida – tipo de vivienda, educación, ocupación y las relaciones familiares – e interfiere con la capacidad del Estado para resolver los problemas de los ciudadanos  beduinos. El Estado nunca ha tratado de ocuparse con el problema de una manera holística, pero más bien ha intentado resolver el problema de la vivienda independientemente sin ocuparse de los otros problemas. De ahí es de donde provienen las dificultades para lidiar con el problema de tierras y vivienda. En ausencia de una política firme de Estado, se abre la puerta para la participación de gente foránea,  como el movimiento islámico, que aprovecha la confusión en las instituciones del Estado y contribuye a un auge en la construcción ilegal en tierras del Estado,  en proyectos que incluyen miles de personas que son traídos al Negev para trabajar en la construcción. Estos proyectos se llevan a cabo abiertamente con muchos anuncios antes y después, y el Estado no hace nada; está paralizado cuando se enfrenta con la determinación del movimiento islámico.



La solución

El hilo que enlaza todos los problemas relacionados con los beduinos es la cultura beduina, que se basa en la cultura tribal. La cultura tribal es una gran barrera que impide al beduino a integrarse en la vida de un Estado moderno que está basado en la ley de igualdad para todos sus ciudadanos. Si el Estado quiere integrar a los beduinos para que sean parte de una sociedad normal, debe no sólo sacarlos del desierto, si no que tienen que sacar el desierto de sus vidas. La solución al problema de los beduinos en el Néguev no debe limitarse a tratar con el problema de la vivienda, ya que el problema de la vivienda es sólo una pequeña parte de la cultura tribal. Si el estado quiere resolver el problema de raíz tiene que lidiar con los problemas que son el resultado de la cultura tribal.

El tratamiento de los beduinos debe involucrar un enfoque holístico, incluyendo todos los ámbitos de la vida: vivienda, ocupación, educación y las relaciones familiares. Por otra parte, el Estado debe tratar al trasgresor beduino de la ley como trata a cualquier otro trasgresor de la ley, y si rompe la ley, el Estado no puede tratarlo con  indulgencia sólo porque nació en una tribu beduina grande y poderosa que puede ejercer presión sobre los organismos policiales.

Hay que planificar la vivienda para los beduinos, con infraestructuras de agua, alcantarillado, electricidad y comunicaciones. Con las instituciones públicas, áreas industriales, empleo y servicios sociales. El Estado debe invertir todos los recursos necesarios en este esfuerzo para que las ciudades beduinas en el Néguev sean iguales a cualquier otra ciudad en el Estado de Israel. Por otro lado, edificios privados, construidos fuera de las comunidades, debe ser considerado como una grave trasgresión de las leyes del Estado, y estos infractores de la ley deben ser juzgados y castigados. El Estado debe comportarse hacia sus ciudadanos en el Néguev exactamente como lo hace con los ciudadanos en Tel Aviv o en Herzliya, porque si no es así, se crea una severa discriminación entre los ciudadanos del estado: existe la situación donde el ciudadano en Tel Aviv tiene prohibido construir ilegalmente en tierras del estado, mientras que eso se permite a cualquier ciudadano beduino en el Neguev.

 

El Estado debe establecer lugares de empleo y áreas industriales en las ciudades de beduinas para desarrollar incentivos y otorgar a sus ciudadanos beduinos la posibilidad de una vida honorable con ocupaciones normales. Las instituciones de educación superior en el Estado deben estar abiertas y deben de ser accesible a cualquier beduino, hombre o mujer, que esté interesado y que sea capaz de aprender. Al mismo tiempo el Estado debe hacer cumplir la ley con su máxima severidad para quien se ocupa del  contrabando, "protección" o cualquier otra ocupación ilegal.

El Estado debe usar el sistema educativo para impartir a la joven generación de los beduinos los conceptos de ciudadanía que puedan sustituir  las leyes tribales. Una mujer beduina debe aprender que según la ley estatal, así como la ley islámica, tiene el derecho a elegir a un compañero en la vida por sí misma, incluso si es de otra tribu y que puede casarse con la condición de que su esposo no tome a otra esposa tras ella. El sistema educativo debe dar a la juventud beduina, información acerca de los peligros genéticos asociados con el matrimonio entre parientes y que todo el mundo – ya sea mujer u hombre – tiene el derecho a aprender, a progresar en la vida y a desarrollar una carrera profesional.

El sistema educativo debe transmitir a la juventud de este sector la obligación de obedecer las leyes del Estado, sobre todo si son contrarios a las leyes de la tribu. La prohibición contra la violencia debe ser un principio principal para todos los ciudadanos, incluyendo los beduinos. La educación debe explicar que la poligamía es una práctica  que va contra la ley y por lo tanto está prohibida. El mensaje educacional debe dar a la nueva generación de hombres beduinos el sentido de que su hombría no proviene del número de mujeres que tienen pero de la manera en que cada uno se relaciona con su única esposa, y que el número de niños es menos importante que su educación y asegurándose de que cada niño reciba lo que cualquier niño moderno recibe hoy en día de sus padres.
Educadores en el sector beduino deben actuar de acuerdo con el principio de que su tarea es la de impartir a los jóvenes el deseo y la capacidad de ser ciudadanos con igualdad de derechos y obligaciones, que la persona es libre, que puede tomar decisiones de forma independiente y no está subordinada a ningún grupo.

El Estado tiene que hacer cumplir la ley del seguro nacional de salud de tal manera que no subsidiará  la ley de la poligamia. El  Estado debe limitar los beneficios de los niños según cada hogar, de tal manera que cada hombre puede obtener beneficios sólo para una mujer, con quien está legalmente casado y  sus hijos. El Estado debe cancelar los beneficios a las esposas que fueron traídas al Negev, del Monte Hebrón, de Jordania, de Arabia Saudita o de la franja de Gaza, entre ellos la hermana del  Primer Ministro. No hay ninguna razón por la cual debe subsidiar con dinero del Estado a los ciudadanos de los Estados extranjeros.

La política del gobierno hacia el sector beduino debe ser coherente y consecuente, sin tener en cuenta los cambios en el gobierno. El cambio cultural no se produce en una noche y exige una gran inversión y de largo alcance. El Estado debe asignar los recursos necesarios para traer este cambio cultural al sector beduino para que se integren en el siglo XXI, de lo contrario este importante sector se mantendrá en un desierto cultural en el Medio Oriente.



Traducido por Shula Hamilton

Monday, December 2, 2013

LA GRAN TRAICION DEL OCCIDENTE


LA GRAN TRAICION DEL OCCIDENTE
por Mordechai Kedar

Desde que se firmó el acuerdo de Ginebra entre Irán y el grupo de seis países al final de la semana pasada, los medios de comunicación del mundo han venido discutiendo el acuerdo y la flexibilización de las sanciones, lo que Irán dará en retorno y la capacidad - que existe o no existe - para supervisar si los iraníes, que han mentido y engañado al mundo durante muchos años ejecutarán fielmente a lo que se  acordó y firmó. Hubo quienes se preguntaron sobre la ausencia de la demanda de que  Irán desmantelara el reactor de plutonio en Arak, cuyo propósito es solamente militar, y hubo quienes comenzaron a calcular el tiempo  necesario para que los iraníes renovaran la actividad hacia la producción de una bomba. Los medios de comunicación del mundo estaban ocupados con la preocupación de Israel, la rabia de los sauditas y de la gente en los Emiratos del Golfo. Como Israel no es parte del acuerdo todo el mundo se pregunta lo que Israel hará.

El elemento común entre la mayoría de quienes han estado discutiendo el problema es que todo el mundo ve sólo dos lados, Irán y Occidente y reflexiona sobre cuál de estos dos lados ha ganado más con este acuerdo. La mayoría de los comentaristas han ignorado a la tercera parte, grande pero silenciosa, dolorosa y  obediente, que ha  experimentado una importante derrota como resultado del acuerdo. Este grupo es la mayoría de los iraníes,80 millones. No es ningún secreto que la gran mayoría de los ciudadanos iraníes odian al régimen de los ayatolás con todo su corazón y de vez en cuando expresan ese odio con manifestaciones y disturbios callejeros, como los que barrieron las calles de Irán después de las elecciones para la Presidencia en junio de 2009 y que provocó la muerte de cientos de manifestantes que fueron campeones de la libertad y con hambre de libertad.

Ellos, los inquietos jóvenes hombres y mujeres, completamente seculares, aspiran a la libertad pero siguen viviendo bajo la opresión. Educados pero desempleados, sufren de la terrible corrupción del régimen de los ayatolás y se yrnian la gran esperanza de que las sanciones económicas contra el régimen lo asfixien y lo lleven a su fin. Esto no era una esperanza remota: en el pasado se supo que a la altura de la ola de manifestaciones de protesta por el robo de las elecciones en las que Mahmoud Ahmadinejad fue 'reelegido' en 2009, los gobernantes de Irán tenian dos jets preparados para abandonar el país y escapar de las masas furiosas.

Ahora, tras el acuerdo que fue firmado en Ginebra, se relajan las sanciones y el régimen está empezando a respirar más fácilmente. El Rial iraní - que había perdido la mitad de su valor en los últimos años - se levantó la semana pasada en un dos por ciento. El optimismo económico causó que nueva sangre fluya en las venas obstruidas del régimen, y todos los solicitantes de la libertad en Irán sienten que ha sido desperdiciada una oportunidad histórica para librarse de los fanáticos oscuros que gobiernan sus vidas y muertes. Las sanciones, que fueron un arma no-violenta, podrían haber sometido a uno de los regímenes más violentos del mundo, si los países occidentales las habían mantenido.

Pero Occidente ha demostrado otra vez su cara fea y el hecho de que el dinero es más importante en sus ojos que los valores morales: los contratos con el régimen de los ayatolás han cegado a los líderes de los países occidentales que no ven los derechos de los iraníes la misma libertad como los ciudadanos de Occidente. Por un puñado de petrodólares iraníes los políticos prefieren eliminar de la lista de demandas, el derecho de los ciudadanos de Irán a disfrutar de los valores de la democracia que disfrutan los ciudadanos de Occidente. En el pasado el oeste habría examinado el comportamiento de los países con una larga serie de asuntos relacionados con los derechos humanos y las libertades políticas civiles y tomaba conclusiones económicas según el cumplimiento de un país con estándares éticos.

El acuerdo de Ginebra rasgó la máscara de la cara de la hipocresía que hoy caracteriza el comportamiento político de muchos políticos en el oeste. Desde su punto de vista los 80 millones de iraníes pueden seguir viviendo una vida de miseria, opresión y degradación bajo un régimen ilegítimo, cruel y sanguinario que propaga terror y muerte en todo el mundo y es directamente o indirectamente responsable por el asesinato de miles de seres humanos en Siria, en Iraq, en Yemen, en Israel y en muchos otros países. El oeste de hoy ha perdido la fe en los valores que lo sostienen y sobre el cual su cultura fue fundada, y están dispuesto a hacer negocios con asesinos en masa por la ganancia económica que vendrá con el resultado de estos acuerdos. Dinero los ayatolás es lo que es importante, y por lo tanto, su régimen es también y al diablo con 80 millones de iraníes y su derecho a vivir una vida de libertad.

La hipocresía occidental ha demostrado recientemente, que la Unión Europea ha obligado a Israel a firmar el acuerdo de 'Horizonte 2020' para participación académica con la condición de que Israel se someta a los dictados de los europeos, que no reconocen el derecho del pueblo de Israel a vivir en todas las partes de su territorio histórico, como fue prometido al país  en las resoluciones de San Remo, que han estado en efecto desde 1920 y siguen siendo pertinentes. La Unión Europea no está interesada en la ocupación marroquí del Sáhara Occidental, a pesar del hecho de que Europa no reconoce la anexión del territorio a Marruecos. Los europeos no ven ningún problema en firmar un acuerdo con Marruecos, cuya finalidad es aprovechar los recursos naturales del Sáhara Occidental. Dinero ciega los ojos a los europeos a quienes no les interesa ver la ocupación marroquí.

Europa presta atención a la 'ocupación' sólo con respecto a Israel. Turquía ha estado ocupando Chipre desde 1974 y a pesar de ello, Europa no tiene ningún problema en firmar acuerdos con empresas y organismos que están empañados por la ocupación turca. Sólo los israelíes y 'la ocupación' en Judea y Samaria, la patria histórica del pueblo judío, molesta a los europeos. Se han olvidado de que el pueblo de Israel vivió en Judea y Samaria cuando los antepasados de los europeos estaban vagando hacia el oeste desde el desierto de Asia y se apoderaron del continente europeo robando las tierras de sus residentes.

Pero el acuerdo de Ginebra trae la hipocresía occidental a un nuevo extremo: a pesar del hecho que la experiencia de la segunda guerra mundial todavía vive en la memoria histórica, pese a que todo el mundo sabe que sumisión a un dictador lo lleva a plantear mas demandas y no a sacia su sed de poder, a pesar del hecho que "la paz en nuestro tiempo" cuando se basa en concesiones a un tirano sanguinario trae 'guerra en nuestro tiempo', a pesar del hecho de que Occidente dice que es guiado por sus valores, debemos aceptar la amarga verdad: el derecho de los iraníes para liberarse del régimen opresivo no le importa realmente a ninguno de los políticos que hoy son responsables de la toma de decisiones en el oeste, y el derecho de los judíos a vivir en la tierra de sus antepasados también no les interesan. El dinero es la respuesta a todo y al infierno con la verdad y los valores humanos.

 

 

Traducido por Shula Hamilton