Monday, November 25, 2013

EL NUEVO NIÑO EN EL BLOQUE EN SIRIA: DAASH


El nuevo niño en el bloque en Siria: Daash

 

El nombre "Daash" es un acrónimo de "Dulat al-Islam fi al-Iraq wal-Sham" – "el estado islámico en Irak y Gran Siria". Esta es una organización salafista sunita afiliada con al-Qaeda.


La organización, que fue fundada en Irak en 2004 con el nombre "El estado islámico en Iraq", tiene como  objetivo establecer un estado islámico en cada área que haya sido liberada  por al-Qaeda. Esto significa que ellos asumen la soberanía y toman el control político y diplomático, después de que la organización jihadista de al-Qaeda haya terminado de liberar el territorio de los enemigos del Islam, o Shi'ites e incluso de esos Sunitas que no aceptan la ley religiosa islámica con todos sus detalles.


El gobierno iraquí, que representa a la mayoría Shi'ite, ha llevado a cabo ataques contra la organización desde que fue establecida. En el pasado esta guerra tenía el apoyo americano hasta que los soldados de Estados Unidos se retiraron de Irak a finales de 2010. Sin embargo, a pesar de la persecución, la organización todavía existe clandestinamente y ha ganado popularidad entre la minoría sunita, que es un grupo político y económicamente marginado en Irak.


En marzo de 2011, cuando estalló la guerra civil en Siria, la organización al-Qaeda también se involucró en la lucha contra el régimen de Assad, apoyando a la organización salafista jihadista, Jabhat al-Nusra li-Ahal al-Sham – El frente para ayudar a la gente de al-Sham. "Al-Sham" es el área geográfica de la "Gran Siria" que incluye a Siria, Líbano, Jordania y la tierra de Israel. Las organizaciones salafistas no se refieren a estos estados modernos con los nombres adoptados en el presente  porque dichos nombres fueron establecidos por el colonialismo británico y francés y por lo tanto no los consideran que son Estados legítimos.

A finales de 2012, los miembros de Jabhat al-Nusra se dieron cuenta que los operativos de al-Qaeda se daban crédito por los éxitos en el campo de batalla, lo que produjo altibajos en las relaciones entre las dos organizaciones. Al-Qaeda trajo combatientes de las cuatro esquinas de la tierra y estableció unidades con nombres islámicos tradicionales. La ciudad norteña de Aleppo y sus alrededores fueron liberados por esos combatientes, y hoy hay una coalición de al-Qaeda que gobierna en el norte de Siria bajo el nombre de "El Estado islámico en Irak y al-Sham" – que es una versión ampliada de la organización que fue fundada en Irak con las mismas  siglas "Daash".


Varios tribunales islámicos operan en la ciudad, imponiendo la ley Sharía islámica según su interpretación más estricta:, las mujeres cubren sus rostros cuando salen en público, y hay informes de amputación de las manos de los ladrones. Según pasajes de la tradición oral islámica, Daash impuso un impuesto a los cultivadores de aceitunas, exigiendo que cada productor elija entregar a  Daash 611 kilogramos de aceitunas o petróleo. La policía de moralidad Daash hace incursiones en fiestas de boda  echando a los grupos musicales y a los cantantes, porque la música no es parte de la tradición   salafista. En una ocasión la policía moral exigió que el padre de la novia aprendiera partes del Corán de memoria como forma educativa de castigo.


La organización está ampliando su zona de operaciones mediante la formación de alianzas con los jefes tribales de la zona de Aleppo,  que en este momento entienden que los salafistas son mas fuertes y no tiene sentido luchar contra ellos. Daash goza del  apoyo financiero de los sauditas. Últimamente, Arabia Saudita ha asignado 300 millones de petrodólares para la reconstrucción de la infraestructura civil de Aleppo, con Daash como contratista. Diariamente se producen desacuerdos  entre Jabhat al-Nusra y Daash, debido al influjo de los "inmigrantes" – los jihadistas que han venido de todo el mundo – que se entrometen en la vida de los sirios.

El comportamiento de las organizaciones salafistas del norte de Siria hace que muchos sirios de otras áreas vuelvan al seno del régimen de Assad, no por que lo amen o sientan nostalgia por la opresión que sufrieron bajo su control, sino porque no quieren estar a   merced de los salafistas extranjeros, que gobiernan en nombre de un Islam radicalizado y que son financiados con dinero Saudita. Tal vez esto  explica los éxitos del ejército Assad – que es apoyado por las fuerzas enviadas por Irán y Hizb'Allah – en el trato con los jihadistas en un número de áreas en el sur del país durante los últimos meses.


El régimen está llevando a cabo una ofensiva grande estos días en las montañas Qalamoun, entre Líbano y Damasco, una zona controlada por los rebeldes y a través de la cual los rebeldes reciben apoyo logístico. Si gana  Assad en el área de Qalamoun, podrá declarar victoria sobre el terrorismo de al-Qaeda y sus subsidiarias políticas. El rechinar de dientes del régimen Saudita podrá escucharse desde lejos, porque la rabia de los sauditas Salafi es tan grande como su inversión en la rebelión en Siria y su decepción frente al fracaso de su posición.


Parece que el régimen iraní está a punto de imponerse en dos frentes importantes: Siria y las sanciones, y cuando ganan los iraníes y sus satélites, todo el mundo pierde.

 

Traducido por Shula  Hamilton

Monday, November 18, 2013

El DIA DE EXPIACION SHI'ITE


EL DIA DE EXPIACION SHI’ITE


por Mordechai Kedar

 

 

Esta semana, en el décimo día del mes de Muharram, el primer mes del calendario Hijri, se festeja Ashura, que es análogo al Día del Perdón o Yom Kipur y que ocurre en una fecha similar. A través del tiempo se ha convertido en un día en que se conmemora la muerte de Hussein bin Ali, líder de la secta Shi'ite. Ali fue ejecutado hace 1333 años por el ejército del régimen suní del sur de Irak. En el año 680. Hussein fue decapitado y su cabeza fue llevada ceremoniosamente a Damasco como prueba de que la ejecución  había sido realizada. El califa Yazid bin Muawiyah colocó la  cabeza de Hussein en su mesa y la dejó allí durante un mes, para que todos vieran el destino de un rebelde y disuadir al enemigo a comportarse como él lo hizo. El hecho de que Hussein era el nieto de Mahoma, Profeta del Islam, no impidió al califa  tratar de esa manera a la cabeza de Hussein.

¿Cuál es la causa del conflicto entre Shi'ite y sunitas? ¿Por qué esta crueldad terrible ha sido característica de este conflicto hasta el día de hoy?

La historia comienza en el año 632, cuando murió Mahoma. Inmediatamente después de su muerte la lucha comenzó sobre quien sucedería a la posición más poderosa en el Islam con el título de Califa y  como reemplazo de Mahoma, líder del Islam. Ali bin Abi Talib era primo y yerno de Mahoma, puesto que estaba casado con Fátima, hija del Mensajero de Allah y su primera esposa, Hadija. Fatima tuvo dos hijos con Ali, Hasan y Hussein y dos hijas - Zainab y Umm Kulthum.

Mientras Mahoma estaba todavía vivo, su hija Fátima se peleó con Aisha, última esposa de Mahoma, que era mucho más joven que ella.. Después de la muerte de Mahoma, el padre de Aisha, Abu Bakr, fue nombrado líder del Islam. Bakr obtuvo esta posición  contrariando los deseos de Fátima, que veía a su esposo Ali como el sucesor natural de Mahoma, puesto que era primo y yerno de Mahoma, así también como padre de los nietos de Mahoma.

Hubo muchas luchas entre el grupo de personas que rodeaban a los tres primeros califas, Abu Bakr, Umar y Uzmán debido a la disputa sobre quién heredaría el liderazgo familiar. Ali fue finalmente nombrado el cuarto Califa en el año 656 después de que su predecesor, Uthman, fuera asesinado. Quienes se oponían a Ali, principalmente miembros de la familia Umayyah, lo acusaban de estar involucrado en el asesinato de Uthman y durante los cinco años que gobernó, tuvo que luchar constantemente contra a sus adversarios. El gobernador de Siria, Muawiya, se rebeló y se pronunció Califa. Su hijo Yazid, era el Califa que dió las instrucciones para asesinar a Hussein bin Ali.

El asesinato de Hussein se llevó a cabo en el sur de Irak, cerca de la ciudad de Kerbala  Ali fue asesinado junto con varias docenas de sus amigos y familiares, y sólo un bebé sobrevivió para continuar la dinastía. El asesinato, que ocurrió en 680 - sigue siendo el acontecimiento definitorio para 'Ali Shi'at', 'La secta de Ali', que es el origen del nombre 'Shi'ite',  nombre de la corriente del Islam que apoya el liderazgo de los descendientes de Alí.

Este conflicto familiar ha sido permanente desde hace 1400 años. Hasta el año 1258, con la caída de Bagdad, la capital de la dinastía Abasida, todos de los califas del Islam durante más de seiscientos años pertenecían a la tribu de Mahoma, la tribu de Quraish, pero nunca fueron los descendientes de Alí. Esta situación coloca a los Shi'a en continua oposición al régimen gobernante y se convirtieron en un grupo duramente perseguido por los Sunitas a lo largo de la historia del Islam.

La lucha entre los dos grupos ha desarrollado grandes diferencias en todos los ámbitos de la vida religiosa de las dos sectas: las leyes religiosas son diferentes, la teología es diferente e incluso las escrituras básicas son diferentes: los Shi’ites afirman que los Sunitas omitieron dos capítulos del Corán donde se prometió el liderazgo a Ali y a sus descendientes, mientras que los Sunitas afirman que estos dos capítulos fueron fabricados por los Shi’ites. La ley oral también es diferente, porque cada lado inventó historias acerca de Mahoma para apoyar su posición política.

En sus oraciones, los Shi’ites maldicen a los tres primeros califas por robar el califato de Ali, y añaden pasajes que alaban y exaltan a Ali. Por lo tanto hay muchos entre los sunitas, especialmente los wahabitas de Arabia Saudita, que consideran a los Shi’ites como herejes. El régimen Saudita prohíbe a la minoría Shi'ite a recitar la llamada a la oración en voz alta, porque incluso en la llamada del muecín a la oración hay una pieza extra alabando a Ali.

Los Shi’ites conmemoran el Shura - el día de los caídos por el asesinato de Hussein bin Ali - con eventos muy impresionantes de 'ta'aziah' (consuelo). En algunos lugares se marcha por las calles golpeándose las espaldas con cuchillos y cadenas hasta el punto de sangrar y en otros lugares se reúnen y recitan lamentos, llorando y gimiendo. Todos estos eventos llevan un mensaje duro contra los sunitas, que perpetúa la hostilidad entre estos dos grupos del Islam.

Los Shi’ites son perseguidos en todos los países islámicos donde ellos no gobiernan: Saddam Hussein prohibió a los Shi’ites a conmemorar el Ashura, y en ese día los Shi'ites tenían prohibido a reunirse en las calles. Cualquier grupo de más de tres Shi'ites encontrados en público en ese día era enviado a prisión. En el Líbano, los Shi’ites eran un grupo marginal, oprimido y degradado. Este fue el fondo social que ayudó al desarrollo de Hizb'Allah, y que finalmente tomó el control del Líbano con venganza por los cientos de años de opresión y marginación.

Después de la  'Divina Victoria' de Hizb'Allah en 2006, en uno de los pueblos árabes del norte de Israel, un número de familias cambió su afiliación religiosa  al lado Shi'ite del Islam y como resultado, estas familias han sido exiliadas de la vida comunal sunita, la juventud fue expulsada de las escuelas y las tiendas en el pueblo se cerraron para ellos. Hace unos meses, en Egipto, un líder de una secta pequeña Shi'ite fue asesinado junto con varios de sus colaboradores y en Europa. Hay mezquitas que han sido construidas con dinero Saudita a condición de que no se permitirá la entrada de los Shi'ites.

El comportamiento de Irán se ajusta totalmente a la historia de la batalla entre Shi'ites y Sunitas: para el iraní, el sueño más dulce de los ayatolas Shi'ites es el control de Meca y Medina. De esa manera podrán echar a los wahabíes sunníes de estos lugares santos islámicos y restaurar a los Shi'ites, los descendientes de Alí, el cuarto Califa, al poder. Esta es la base de la gran hostilidad entre Irán y Arabia Saudita es por eso que Arabia Saudita se siente tan amenazada estos días como consecuencia del proyecto nuclear militar iraní.

Israel es el chivo expiatorio para ambas corrientes del Islam: los suníes ven Jerusalén como el tercer lugar más sagrado del Islam. Esto viene como consecuencia de los problemas políticos del siglo séptimo, cuando la casa de Umayyah, que gobernó en Damasco, adoptó a Jerusalén como el centro religioso y político para competir con Meca. Los Shi'ites - tradicionalmente - no veían a Jerusalén como un lugar sagrado, porque había sido 'santificado' por la casa de Umayyah, los asesinos despreciados de Hussein bin Ali.

Pero en la política moderna, ambos lados luchan y compiten  por la legitimidad religiosa, porque cada lado quiere presentarse como el mejor combatiente de la jihad contra los judíos. Como consecuencia también Jerusalén es ciudad 'Santa' para los Shi'ites. Irán estableció la fuerza 'Quds' ('Quds' significa 'Santo' en árabe y parte del nombre árabe de Jerusalén: al-Quds) para sembrar el terror en todo el mundo y todos los años  Hizb'Allah, desde el Líbano, organiza el "Día de Jerusalén" en conjunción con los iraníes.

Las presentes guerras políticas  entre la Sunitas y los Shi'ites aún causan miles de muertes. La guerra de ocho años (1980-1988) entre Irak, que entonces era gobernado por el sunita Saddam Hussein, y el Irán de los ayatolás Shi'ite, resultó en más de 1 millón de muertes para ambos bandos, musulmanes asesinados por otros musulmanes. Desde 2003, Irak ha renovado la guerra sectaria con los jihadistas sunitas explotando bombas en automóviles y camiones bombas en barrios Shi'ite, y en venganza, los Shi'ites explotan vehículos cargados con explosivos en las áreas sunitas. Esta guerra ha costado la vida a cientos de miles de hombres, mujeres y niños.


Los actos Shi'ites conmemorativos como la Shura (que se produce esta semana) y el cuadragésimo día después, son 'favoritos especiales' de los agentes del terror sunita, porque las masivas procesiones y grandes reuniones de Shi'ites en los ritos de ta'aziah, los hacen un blanco atractivo y eficaz para cualquiera que esté interesado en hacer daño al grupo. En el pasado era suficiente comenzar un rumor de que un terrorista se había infiltrado en la multitud de Shi'ite para provocar una estampida en las que cientos de personas se caían de los puentes o eran aplastadas.


Hay también grupos de Shi'ites en Pakistán y Afganistán. Los miembros de estos grupos son considerados impuros y las mezquitas Shi’itas en estas ciudades son blanco regular de ataques terroristas por los suníes radicales, especialmente por miembros de al-Qaeda. En el pasado, ha habido intentos para mediar y conciliar las dos corrientes del Islam, pero con la guerra en Siria durante los últimos tres años, la situación no está clara, porque en Siria, apoyada por las armas iraníes, dinero y soldados Shi'ite, los alawitas, un régimen infiel, han estado matando sin cesar a sus ciudadanos sunitas. Han provocado la muerte de unas 200 mil personas y han convertido en refugiados a millones de personas, que viven una vida llena de sufrimiento y miseria.

Hace mucho tiempo que Alí y Muawiya, califas cuarto y quinto del siglo VII están enterrados en sus tumbas , pero la lucha continua  por quien va a controlar al Islam. Las víctimas, simpatizantes y adherentes, son todas musulmanes.
 
 
Traducido por Shula Hamilton.
Editado por Edith Kogan.


Monday, November 4, 2013

FLUYE LA SANGRE EN LOS RIOS DEL PARAISO


FLUYE LA SANGRE EN LOS RIOS DEL PARAISO

por Mordechai Kedar


Dos de los cuatro ríos del Paraíso, según el libro de Genesis, que hoy en dia se encuentran en Irak,  son el Tigris y el Eufrates. Estos ríos corren desde las montañas de Turquía, a través de Siria e Irak, se unen en Shatt al-Arab y lo que queda de sus aguas desemboca en el Golfo. Muchos canales y arterias - (en árabe, 'arteria' es 'al-Irak') - han sido excavados entre los ríos para proporcionar el riego necesario para la agricultura de esta yerma tan seca y calurosa. Sin los ríos y canales entre ellos, Irak sería un desierto, tierra estéril y árida. Quien quiera sobrevivir en el ardiente desierto iraquí debe vivir como parte de un grupo cohesivo, armado, violento y siempre listo para la batalla necesaria para defender su fuente de agua y sustento.


Durante generaciones muchos grupos se han asentado en Irak y son parte de lo que hoy en día constituye la población del estado iraqui. Hay cuatro grupos étnicos: Arabes, Kurdos, Turcomanos y Persas, que se subdividen en más de setenta grupos tribales. Hay nueve religiones: Musulmanes, Cristianos, Judíos, Zoroastrianos, Sabateos, Mandeanos, Yazidíes y Baha'is con sus innumerables sectas. Los Musulmanes se dividen en Sunitas, Shi'ites, Salafistas, Sufíes y otros. Los Cristianos están divididos en sectas 1) Católicas: Caldea, Aramea, Armenia, Romana y Bizantina. 2) Ortodoxas: Aramea, Armenia, Oriental Antigua, Asiria, Bizantina, Copta (egipcios refugiados).3) Protestantes: Asiria Nacional, además de los Adventistas del Séptimo Día y Sobotniks.

Para nuestro propósito es importante tener en cuenta que muchos musulmanes iraquíes consideran a los  miembros de otras religiones como creyentes de religiones falsas. Estas otras religiones  están sancionadas y estos grupos viven como  “pueblos protegidos” (“ahl Dimma”). Esta posicion está considerada como una de las soluciónes adecuadas para los judíos y cristianos.Hay otras soluciones que son la conversión al Islam o ser sacrificados como infieles.


Las pobres condiciones de vida en el desierto fueron dando lugar a una proliferación de grupos étnicos- tribales y sectas, y como  resultado Iraq tiene una población dividida, polarizada, pendenciera y violenta, con una tradición de batallas y peleas de sangre por generaciones. Esta es la fuente de todas las desgracias de Irak.


Los británicos, que estaban a cargo del mandato en Irak, coronaron a Faisal como rey de Irak en 1921 y a  su hermano Abdullah como Emir de Transjordania. Esta acción dio “trabajo” a los hijos de Hussein Sharif de Hijaz y fue la recompensa que recibieron por su apoyo, durante la primera guerra mundial, contra el imperio otomano. El hecho de que Faisal hablaba con acento de Arabia Saudita contrario al acento iraquí no fue importante para los británicos. Los iraquíes nunca aceptaron la casa real que los británicos habían impuesto sobre ellos, ni la forma en que Gran Bretaña determinó las fronteras del estado según los intereses británicos, que eran intereses petróleros, sin tener en cuenta las necesidades de su población.


A lo largo de la historia de Irak, ha habido enfrentamientos entre el gobierno árabe y la región kurda, y ha habido tensión continua entre la minoría Sunita y la mayoría de Shi'ite. Este fue el resultado inevitable de agrupar bajo una bandera a los diferentes grupos demográficos que presentemente componen a Irak. Y esta es la razón por la cual el país ha estado dominado por grupos dictatoriales, cada uno más severo y cruel, que oprime a las personas que no pertenecen al grupo que tiene el poder.

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Debido a la naturaleza parroquial del gobierno, muchos sectores de la población permanecen leales a su grupo tradicional, porque esta actitud ofrece a sus miembros una especie de defensa contra la furia del gobierno. La experiencia dictó que grupos sólidos, colectivos y tradicionales fueran más capaces de defenderse y negociar con el régimen central con respecto a la división del poder.

Para evitar este conflicto constante con los distintos grupos, el gobierno central encontró maneras para apaciguar a los jefes de estos grupos por medio de franquicias económicas y cargos en el gobierno. Para los estándares occidentales, esta conducta es considerado corrupta, mientras que en el Medio Oriente este tipo de conducta es necesaria y se considera natural.


Los dos gobernantes que moldearon la  historia iraquí en la segunda mitad del siglo XX fueron Ahmed Hassan al-Bakr (1968-1979) y Saddam Hussein (1979-2003). Ambos usaron la ideológia y organización que estaba construída sobre la base de la doctrina  Baathista. El partido controlaba el gobierno poniendo en práctica esta ideología , pero en realidad el gobierno estaba basado en un sistema de balance entre una dura opresión y el apaciguamiento de adversarios potenciales, creando rivalidades con el fin de evitar la formación de coaliciones contra el gobierno central.


Un estado ilegítimo gobernado por un gobierno ilegítimo debe tener un enemigo externo para unificar la oposición al gobierno y traerlos bajo su control e influencia. Irak encontró este enemigo en Irán y durante muchos años llevó a cabo guerras sangrientas contra este pais: la primera, en los años 1974-1975 y la segunda entre 1980 y 1988. La primera fué contra el Sha y la segunda fué contra el control de los ayatolas.


Con el objetivo de aumentar las fuerzas económicas y políticas de Irak a expensas de sus vecinos, Saddam conquistó y ocupó Kuwait en 1990. Aunque esperaba que el mundo condenara la invasión, creyó tambien que en última instancia, la conquista de Kuwait seria aceptada como un hecho consumado, pero esta vez se equivocó. En la guerra de cinco semanas que se libró entre enero y febrero de 1991, Saddam fue forzado a retirarse de Kuwait como consecuencia de los tremendos daños que se infligieron sobre el ejército y la infraestructura civil de Iraq. Pero la guerra y el régimen de sanciones impuestas sobre el pais no trajo la caída de Saddam, porque los dictadores saben cómo imponer penurias sobre sus poblaciones, y al mismo tiempo mantener su gobierno  ileso.

En el año 2003, se formó una coalición internacional encabezada por Estados Unidos, para atacar a Irak. Saddam desapareció y en 2004 fue detenido, juzgado y ahorcado en 2006. Pero la tragedia de Irak es que a pesar de que la población fue liberada del gobierno dictatorial, los mecanismos civiles y políticos  basados en formas de pensamiento, comportamiento y conducta que no sea la tradicional lealtad a la tribu, grupo étnico, grupo religioso y secta nunca fueron desarrollados.


Superficialmente hay partidos políticos, las elecciones se llevan a cabo, parece haber un Parlamento operacional y un gobierno funcional, pero cuando uno examina con profundidad cómo funcionan estos mecanismos modernos, uno descubre que todos ellos, de una manera u otra, presentan los marcos habituales, con sus batallas habituales, usando las herramientas modernas que la liberación de Saddam les ha proporcionado. Pero lo peor es que el sistema - principalmente desde la retirada de las fuerzas estadounidenses a finales de 2011 - no tiene un solo grupo con energía y equilibrio que pueda imponer su agenda sobre todas estas fuerzas contradictorias. Y el resultado es que el gobierno central no funciona. Hay partes del país - principalmente la parte kurda - que se comportan como estados independientes. Hay organizaciones Sunni-jihad que explotan coches-bomba en barrios Shi'ite y en respuesta, los grupos de jihad Shi'ite explotan bombas en los mercados de las ciudades suníes.


El desorden, caos político y vacío social de poder hacen que Iraq sea vulnerable a la influencia de potencias extranjeras y tiene dos vecinos que están embrollados hasta el cuello en los asuntos sangrientos de la tierra de los dos ríos: Arabia Saudita que financia y entrena a las milicias sunitas, e Irán que da dinero, armas y entrenamiento a las milicias Shi'ites. Hoy fluye sangre iraqui en los amplios canales de los ríos Tigris y Eufrates, los dos ríos que riegan al Paraíso. Irónicamente la región se asemeja mas a un infierno.

En todos los meses del año 2013 varios cientos de personas han muerto en ataques terroristas en Irak. Las fuerzas de seguridad están infiltradas con agentes de organizaciones que son enemigos del estado y por lo tanto el estado esta limitado en su capacidad para luchar eficazmente contra los ataques  terroristas y contra las bombas. Las manos de muchos políticos están manchadas con la sangre de sus rivales, pero la dedicación a su grupo violento es lo que los eligio en primer lugar, y en forma 'democrática', por supuesto. Como los Shiítas son la mayoría en Irak, una coalición Shi'ite, bajo los auspicios de Irán controla el gobierno, y marginan a la minoría sunita políticamente, económicamente y socialmente.


Activistas políticos sunitas son arrestados y desaparecen en las mazamorras de tortura no menos horrorosas a las mazamorras de Saddam, pero dentro de estos calabozos han cambiado los papeles: los carceleros sunitas de Saddam torturaron a los Shi'ites, y hoy en día son los carceleros Shi'ite de Nuri al-Malaki, el Ministro Shi'ite, los que torturan a los sunitas. Varios líderes sunitas identificados en el pasado con el Partido Baath y que hoy están en prisión, podrían ser ahorcados.


Mientras tanto, Siria, vecina de Irak hacia el oeste, se ha unido a la lista de Estados que participan en la “agitación Árabe” que comenzó en Túnez en diciembre de 2010, y Túnez también está también envuelto en su propio baño de sangre. Sunitas y Arabia Saudita wahabita apoyan a las organizaciones de jihadistas salafistas-sunitas que están operando en Irak contra el régimen Shi'ite con fondos, armas y combatientes y en Siria contra el dictador alawita bajo la influencia de al-Qaeda, a pesar de que no mencionan el nombre de ese grupo específico con sus labios.

Los Americanos ven lo qué está pasando en Irak asombrados y sorprendidos. Por un lado, Obama se jacta de que sacó al ejército estadounidense de Irak, pero por otro lado ve cómo la “democracia” iraquí  se está convirtiendo en calabozos de tortura con sangre en las calles y con creciente influencia iraní, y no tiene ningún deseo de fortalecer un régimen iraquí.


Por otro lado, si el régimen en Irak es débil, las milicias como ‘al-Qaeda’, el ‘Estado Islámico de Irak y Siria’ podrían controlar partes del estado, especialmente la región al-Anbar en el oeste, que esta poblado por tribus sunitas y convertir esta zona en un nuevo Afganistán, junto con la región de al-Zur Dir en Siria Oriental después de que dicho estado se haya desintegrado.


En contra de este telón de fondo Nuri al-Malaki, primer ministro de Irak, visita Washington. Va a venir a contarle a Obama acerca del progreso que el gobierno iraquí - especialmente el suyo - ha logrado en estos últimos años: una mejora en la producción de petróleo con el consiguiente aumento en los ingresos; una disminución en las tasas de pobreza y desempleo; reasentamiento de los refugiados que habían huido del estado durante la última década; mejor calidad de nutrición para niños y adultos junto con un descenso en la mortalidad infantil; una mejora en la calidad del agua potable; más niños matriculados en educación pública; una mejora en el estatus de las mujeres y que ellas tengan la oportunidad de ser elegidas para el Parlamento; erradicación casi total de la malaria; la celebración de elecciones democráticas para el Parlamento y para el gobierno local.

Para mantener estos logros y avances y para obtener logros adicionales, al-Malaki necesita armas de los Estados Unidos que le permitirán luchar eficazmente contra las fuerzas que amenazan con transformar a Irak en un Jihadistan sunita bajo influencia de Arabia Saudita. El problema es que si las armas estadounidenses son transferidas a un gobierno Shi'ite, esta acción podría ayudar los shiítas a transformar a Irak en un Jihadistan Shi'ite, operando bajo la influencia iraní.
Al-Malaki está principalmente interesado en aviones Predator que permitirán al régimen atacar a agentes de jihad sunita sin poner en peligro a los pilotos. Estos aviones han demostrado su eficacia en Yemen, Pakistán y Afganistán. Pero ¿qué pasaría si al-Malaki permite a sus amigos en Irán examinar estos autómatas para que puedan desarrollar armas para contrarrestarlas. Y si en el futuro los americanos deciden utilizar estas armas contra Irán, que pasaría? Y ¿qué pasaría si los Iraníes deciden compartir estos secretos con sus amigos, los rusos y los chinos?
El acuerdo de cooperación estratégica firmado entre Irak y Estados Unidos antes de la retirada estadounidense tiene que ocuparse de estas discusiones, porque Estados Unidos está obligado a ayudar a mantener la estabilidad del régimen en Irak, incluso si su comportamiento no es perfecto y el gobierno iraqui no refleja los valores democráticos de los Estados Unidos o sus intereses regionales. Al-Malaki tendrá que ejercer todos sus poderes persuasivos para llegar a un acuerdo con los Estados Unidos - que está cansado de guerras y de implicaciónes en las crisis del Medio Oriente - para tomar medidas significativas que podrían llevar a otra vez a Estados Unidos a la participación en el pantano iraquí.

La crisis en Siria también formará parte del diálogo con Obama. Al-Malaki representa la posición iraní, y su presencia en la segunda Conferencia de Ginebra, si se lleva a cabo, podría inclinar la balanza a favor de Assad. Por un lado, Obama no está entusiasmado con la participación del dúo iraquí e iraní en la Conferencia, porque ve a Irán como la parte dominante del problema, pero no necesariamente como parte de la la solución. Por otro lado, todo el mundo sabe que no tiene sentido que las resoluciones que se adopten en la Conferencia no sean respetadas, cuando los estados participantes no cumplen con dichas resoluciones y actúan en contra de ellas.
¿La cuestión subyacente sobre los acontecimientos en Irak es si la sangre dejará de fluir en el Tigris, el Eufrates, en Siria y en Irak, y si las aguas de los dos ríos alimentarán nuevamente el Paraíso como una vez lo hicieron?

 

 

Traducido por Shula Hamilton